Foto Francisco Contreras La Razón
Luego de ser reconocidos hace dos años como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, los voladores de Papantla llevan a cabo el IV Encuentro Internacional de Voladores en el parque Takilhsukut, en Veracruz, en el que han logrado reunir a integrantes de las etnías: tononacas, teenek, nahuas, mazahuas y nhañhús de Veracruz, San Luis Potosí y Puebla, así como mayas-quichés de Guatemala, para seguir la tradición.
De acuerdo con el presidente del Consejo de Voladores del Totonacapan, Narciso Hernández, y el coordinador del Consejo Juvenil, Mario Ramírez Santes, a través de las redes sociales y los servicios de comunicación se logró concentrar a 13 grupos indígenas, de los cuales el 90% son de Veracruz, y se busca crear una reflexión entre los asistentes sobre la importancia de sus rituales, para apreciarlas y no verlas como un espectáculo exótico.
Conforme a la tradición, 500 personas participaron desde la elección, corte y transporte del árbol de zacate que, conforme a la leyenda que cuenta la historia de los sabios totonacas que como sacrificio, para invocar la lluvia, le pidieron a cinco jóvenes realizar la danza de las aves en lo alto de un palo para que sus súplicas sean escuchadas.
Pese a que la danza es muy conocida, el rito que llevan a cabo los voladores para erigir lo que será su escenario es muy poco conocido: luego de que el caporal ha elegido el árbol que será cortado, su grupo lo ayuda a quitarle el follaje y a transportarlo al centro del pueblo, para luego ser clavado en el suelo a modo de pedir a los dioses, fertilidad para la tierra.
Aunque esta tradición ya no es tan practicada como cuando llegaron los españoles, para participar en este ritual se deben estudiar tanto la música como los movimientos que conforman este arte.
La tradición de los voladores se convirtió en patrimonio de la humanidad por parte de la UNESCO, sustentado en el reconocimiento que ha adquirido en todo el mundo; por la valentía de sus danzantes y sus distintivos vestuarios. Los españoles consideraron la danza como un juego, ya que cuando llegaron, los totonacas vesitían plumas, imitando a las aves de la región.
Hasta el miércoles 22 de junio se llevará a cabo la reunión internacional en el lugar que más los identifica: Papantla, y en ella se hablará de lo vasto de la tradición y la huella que ha dejado tanto en la cultura veracruzana como en la de todo el país.
Narciso Hernández (izq.),
presidente del Consejo del Totonacapan,
y Mario Ramírez, coordinador del Consejo
Juvenil, son los promotores de la tradición
indígena en México.
20 metros es la medida del poste que soporta a los cuatro aguerridos voladores
500 personas participaron en el primer día del encuentro
Desde 1987 cada jueves de Corpus se celebra el Día del Volador, como un primer intento por salvaguardar la tradición emblemática de Papantla y que identifica al estado de Veracruz.
Durante el encuentro, se llevarán a cabo mesas de diálogo que abordarán la valoración y conservación del patrimonio natural e inmaterial de la Ceremonia, así como la historia y el conocimiento de la tradición.