Para el articulista español, Javier Marías, actualmente hay un cierto fanatismo en las redes sociales, lo que ha hecho que la sociedad se indigne por cualquier opinión, las cuales en muchas ocasiones, salen de un bar y se amplifican.
“Creo que hay cierto fanatismo. Hemos pasado de la estupidez de que toda opinión es respetable a que cualquiera pueda indignarse por una opinión. Igual que el crimen organizado es más peligroso que el crimen, la estupidez organizada lo es”.
Al presentar la reedición de su novela Corazón tan Blanco, la cual cumple 25 años de haber sido publicada y que le impulsó en su carrera literaria, pues se convirtió en un best seller que hasta la fecha ha vendido más de dos millones de ejemplares, Marías indicó que “estamos viviendo una era de la tontificación de la sociedad, donde las opiniones de bar se amplifican al escaparate mundial”.
Nada dura nada. La obra es un reclamo editorial, un best seller literario que sorprende al propio escritor. En la edición de bolsillo, incluso apareció anteriormente una pequeña caja en la que se acompañaba a Corazón tan blanco de Macbeth, la obra de Shakespeare de donde el escritor español extrajo la cita que da título a la novela.
La recepción de la novela fue muy exitosa: “Me lo tomé con calma y con la libertad de hacer lo que quería. En tiempos en que nada dura nada... los libros permanecen seis meses y si uno va a la librería a buscar los de 2013, ya no se encuentran. La posteridad pertenece al pasado. Se creía en ella antiguamente. Hoy resulta ridículo pensar que, después de muerto, se le va a leer a uno. Dentro de 10 años ya será mucho”, decía el escritor.
Han pasado 25 años de aquella obra “que parecen como un siglo” en otro tiempo. “Pero aquí sigo. Aunque en su momento, el éxito me pareció un gran malentendido”, señaló en referencia al entusiasmo con que el crítico literario y estrella televisiva Marcel Reich-Ranicki celebró su libro en un programa de la televisión alemana, después de haber sido rechazado por cuatro editoriales de ese país.
Para la presente edición, Marías no se ha releído: “No me releo, porque siempre me parece que escribía mejor antes. Es algo que me ha pasado toda la vida, de manera que me queda la sensación de que cada vez escribo peor”.
Finalemnte, destaca que “el lector es más impaciente y demanda más claridad. El libro trata temas como el secreto y su conveniencia, la persuasión y el matrimonio. Al fin y al cabo, a mí me gusta leer a Bernhard o ver a Hitchcock y Peckinpah, y saber que son ellos”.