Miles de personas se reunieron para asistir a la primera jornada del Remate de Libros en el Auditorio Nacional, con una gran cantidad de jóvenes que buscaban desde literatura actual hasta clásicos y cómics difíciles de encontrar. Por ejemplo Héctor Martínez, quien acudió por primera vez, logró encontrar una edición de Dorian Gray a un costo de 20 pesos el cual presumía a tres amigos que lo acompañaban.
Francisco quien asistió por primera vez acompañado por su papá estaba ansioso por encontrar algunos cómics de anime que no había podido comprar en tiendas departamentales por su precio. Su padre opinó que está muy bien organizado el remate que tienen muy buenas oportunidades para comprar libros ya que muchas veces “son muy caros y por eso no leen desde pequeños los niños y después les da flojera”.
En los pasillos cada vez se dificultaba más el paso y en los stands que contaban con cajas registradoras las filas comenzaban a crecer con lectores que comentaban entre ellos los bajos costos que tenían los textos que habían estado buscando “desde hace mucho” y ahí encontraban “baratísimos” con descuentos de hasta 80 por ciento que ofrecen las editoriales.
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En el remate que se organiza por onceavo año consecutivo, también hay actividades para fomentar la lectura en niños más pequeños, alrededor de 20 niños con sombreros de esponja aprovecharon que no hay clases para escuchar atentos a un cuentista con la cara maquillada de quien narraba una historia que explicaba por qué no hay que temer a la oscuridad. Y cada hora se presentas diferentes actividades para que los pequeños se interesen en las letras o aprendan y mejoren su lectura.
Para los adultos también hay actividades en las que pueden acercarse a leer ellos fragmentos de algún libro o de igual manera escuchar otras historias o las charlas de escritores consagrados qué estarán participando a lo largo del remate.
A pesar de ser un remate de libros también hay un espacio para que quienes no puedan gastar participen en el trueque de ejemplares para que cambien los suyos por otros que no hayan leído; “La única condición es que ningún libro se encuentre rayado o maltratados” ” explico Erika Sigüenza, quien es una de las encargadas de verificar que los ejemplares se puedan intercambiar.
El promedio cambio de libros es de 130 por hora aproximadamente.
Se espera que se registre una asistencia de 142 mil personas, que “es el promedio de los últimos tres años” de acuerdo a Roció Olivo, Responsable de prensa. El remate finaliza el 18 de abril.