En 2014 Cecilia Appleton se despidió de su padre. Durante este proceso de pérdida descubrió que mientras él dormía —y ella escribía— sus corazones latían en ritmos distintos, hasta que uno detuvo sus palpitaciones. Tras la muerte de su padre y en medio del duelo, Cecilia creó la coreografía Latidos, una reflexión sobre la vida y la muerte que se presentará el 20 de octubre en el teatro de la ciudad Esperanza Iris, a las 20:30 horas.
La puesta en escena, interpretada por bailarines de Contradanza, narra el periplo que vive una familia al experimentar el proceso terminal de un ser querido. ”La propuesta está basada en la vida y la muerte; alguien que muere y el dolor de una familia al presenciar el fin de un ser querido, pero al mismo tiempo está tomando conciencia de lo que significa esto”, dijo en entrevista con La Razón, Cecilia Appleton.
El Dato: El elenco lo encabezan Manuel Márquez, Yseye Appleton, Edna Arcos, Zuri González, Patricia Hernández, Lizania Moguel, Carlos Ramírez, Tomás Reyes Vigil, Mariana Rosales, Alberto Soriano y Rosa Villanueva.
La coreógrafa mexicana y fundadora de Contradanza, añadió que se donará parte de las taquillas para la reconstrucción de la Clínica Crisálida que estaba ubicada en el edificio, número 286 de la avenida Álvaro Obregón, que colapsó tras el sismo del 19 de septiembre. “A Crisálida asistíamos muchos de los bailarines de Contradanza cuando teníamos una lesión, era nuestra casa de recuperación. Nos toca ser solidarios para que la clínica se pueda reconstruir en otro lugar”, aseguró Apletton.
La coreografía, que cuenta con música original de Eduardo González, surgió tras la experiencia que vivió.
“En esas fechas el contexto que vivíamos era violento, para mí era vivir rodeada de cadáveres. Bailaba sola en mi cuarto para poder sacar todo lo que me oprimía”, comentó la ganadora de la Medalla Bellas Artes en 2015.
Para convertir este conjunto de sentimientos en coreografía Cecilia se ayudó de algunas publicaciones. “Es un proceso duro, complejo y sensible. En lo personal obras como El libro tibetano de la vida y de la muerte, de Sogyal Rimpoché, Palabras de vida y muerte, de Ganga Stone y Recordar a los difuntos, de Arnoldo Kraus, me guiaron para entender el proceso por el que estaba pasando. Esas sensaciones que te invaden al estar despidiendo a alguien las quise transportar al escenario”, aseguraó Apletton, quien también fue reconocida con el Premio Nacional de Danza Contemporánea José Limón.
La puesta en escena se estrenó en 2016 en el Palacio de Bellas Artes y para Cecilia éste es un momento pertinente para volver a presentarla, después de las perdidas y afectaciones emocionales que sufrimos los mexicanos a consecuencia del sismo. “El arte nos da la posibilidad de entender cosas que tal vez la razón no lo permite, el arte habla desde un espíritu profundo que visualiza y conecta la fibra más delgada que se pierde en ocasiones en la vida cotidiana. La danza en particular tiene una fuerza increíble, porque habla desde el cuerpo, desde una verdad que a veces la sociedad quiere evitar decir, pero que el cuerpo grita”, finalizó la bailarina.