Dueto Omara Cigala inunda la ciudad con boleros, sones, danzones y flamenco

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Foto: larazondemexico

La Novia del Bolero Filin, la cubana Omara Portuondo, y el cantaor madrileño, Diego El

Cigala, se presentaron durante dos noches consecutivas en el Teatro Metropolitan de la

Ciudad de México: miércoles 25 y jueves 26 de octubre en dos correrías de ‘sarao y

fandango’ en prodigioso mestizaje musical: Omara & Cigala. Sones, boleros, éxitos. Ciento diez minutos en que dos pianistas (Rolando Luna, Jaime Calabuch Jumitus), un contrabajo (Yandy Martínez), una batería (Reiner Limonta) y una sección de percusiones afrocubanas (Andrés Coayo) escoltaron las voces de un gitano heterodoxo y de una habanera arropada por los hechizos del Caribe.

Tercera llamada. Inicia Jumitus con acordes en clústeres monkianos de conjeturas

flamencas que dan entrada a Diego El Cigala con “Te quiero, te quiero”, el éxito de los 70 de Nino Bravo: piano y voz en connivencia pop-gitana de subjetiva pronunciación. Ingresa el madrileño al cosmos de Consuelo Velázquez con 'Amar y vivir', que el cuarteto lo ejecuta en tiempo de chachachá con solo de Jumitus en montuno de sorpresiva costura melódica. “Buenas noches, México. Gracias. Estamos contigo esta noche y todas las noches. Va nuestra música como regalo para aliviar tus dolores. ¡Viva México!” Grita Cigala, el público pondera con fervor.

“Buenas noches, México. Gracias. Estamos contigo esta noche y todas las noches. Va nuestra música como regalo para aliviar tus dolores. ¡Viva México!”

El pianista cubano Rolando Luna entra a escena con la Dama del Buena Vista Social Club

sujetada de su brazo. “Si te contara” es el proemio de la cubana, un bolero filin que los

músicos glosan en versión cadenciosa y Omara y Diego silabean desde lúdica vocalización. La hija del barrio de Cayo Hueso se balancea bajo la cadencia de apuntes guaguancoseros

que rematan la pieza. “Lo que me queda por vivir”: Luna y Omara exaltan los instantes. “Tal vez”: shake de Juan Formell articulado por Omara en apuntes filinescos con variantes rítmicas de irresistible tumbao de songo. / Vuelve Jumitus con pespuntes de arpegio sonero que desemboca en “Lágrimas negras” con estribillos y pregones pegajosos: “Yo no tengo la culpita / ni tampoco la culpona / de que me digan Omara / ¡oye, tú estás sabrosona!”.

[caption id="attachment_655787" align="alignnone" width="5184"] El Cigala toma de la mano a Omara Portuondo durante el concierto (Foto: Arel Márquez)[/caption]

Intermedio: “Almendra”, acompasado danzón de Abelardito Valdés en fonología de cubop/latin jazz/descarga: magistrales improvisaciones de timbales, contrabajo, piano y batería songuera. Una pareja en un rincón baila el prodigio de los compases en 2/4 de Faílde. Pausa que se amplifica. La noche, amuleto de consonancias que reinicia bajo una lluvia de retumbos. El público aclama. El público agradece la grandeza del cuarteto instrumental que los cubanos han enviado desde La Habana para este tour de prodigios.

Segunda parte. Jumitus llega con digitaciones afro/andaluzas para dar entrada al cantaor

en “Un compromiso” que se complementa con “Obsesión”--en tempo de mambochá--

“Vete de mí”, “Noche cubana”, “Esta tarde vi llover”, “La última noche que pasé contigo”,

“Un millón de amigos” y “Periódico de ayer” en duetos o vocalizaciones alternadas de

Omara y Cigala. “Bésame mucho”, a piano solo, y “Dos gardenias” en hilvanes de guaguancó/flamenco que Omara convierte al final en una ‘conga-bulerías’ santiaguera y jacarandosa de desbordado vaivén.

Omara & Cigala. Boleros, sones, éxitos o los empalmes de culturas hermanadas por los

azares de los encantamientos. África en conversación con rumbos peninsulares. Encrucijada de pasiones. “La música de España y el Caribe se imbrican en un viaje de ida y vuelta con África como puente. Éste es uno de los conciertos más gozosos de mi carrera”, comentó para La Razón el intérprete de “Nieblas del Riachuelo”.

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ag

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