El sábado pasado en el Salón Los Ángeles de la Ciudad de México se dieron cita empresarios, médicos, figuras del espectáculo y la cultura y bailadores en el evento Baile por un trasplante, organizado por Salsajazzeando / Deborah Holtz del IMER y el Club Rotario de Cuajimalpa con el objetivo de ‘rumbear’ para promover la cultura de la donación de órganos.
Celebración por la vida de quienes ya fueron trasplantados y la de quienes lo serán gracias al gesto de amor de un donante y al programa humanitario que el Club Rotario de Cuajimalpa ha desarrollado a lo largo de 16 años en alianza con diversas asociaciones civiles nacionales e internacionales.
[caption id="attachment_662618" align="aligncenter" width="1000"] Foto: Carlos Olivares Baró[/caption]
Se consumaron seis horas de fiesta con la participación de cuatro destacadas orquestas (Pérez Prado, Irving Lara, Miguel Failde, Goliat), cuatro escuelas de bailes de salón y 30 pachucos (símbolo de resistencia cultural de la comunidad mexico-estaunidense). “Vengo a bailar, pague mi boleto y sé que ese dinero será canalizado a una causa noble. Qué mejor manera de celebrar la vida contribuyendo a la salvación de un enfermo que necesita un trasplante”, comentó para La Razón, el ingeniero industrial Alfredo Motaverdi, bailador, asistente asiduo al Salón Los Ángeles.
Un DJ amenizaba el ambiente con música salsera hasta que entró en escena la Orquesta de Pérez Prado que mambeó el espacio con piezas emblemáticas del legendario pianista de Matanzas, el cara’e’foca que llegó a México y puso al mundo a bailar con “Patricia”, “Qué le pasa a Lupita” y “Mambo No. 5”, entre otros éxitos. La gente seguía la coreografía de los pachucos, la gente movía los hombros y la cintura, la gente gritaba el ¡1, 2 3, 4, hahahamambo! en una gozosa algarabía por la vida.
[caption id="attachment_662619" align="aligncenter" width="1000"] Foto: Carlos Olivares Baró[/caption]
Las cuatro escuelas de bailes de salón hicieron demostraciones en que el danzón, el mambo, el son, la salsa y la timba se hicieron presente en coloridas coreografías. Siguió la agrupación del pianista veracruzano Irving Lara que a cadencia de salsa, guaracha y mambo alborotó a la concurrencia que respondió con pasillos y maromas espectaculares. La pista de Los Ángeles a todo andar: tablado soportando el taconeo de cientos de rumberos.
Y entró en escena la Orquesta Típica Miguel Failde dirigida por el flautista de Matanzas, Cuba, Ethiel Failde (tataranieto del creador del danzón, el cornetista Miguel Failde). Y se inundó la noche de son, guaracha, danzón, songo, timba, chachachá… El público eufórico pide más y la Failde le regala un popurrí de Juan Formell que cimbró la anochecida. “Qué clase de orquesta. Qué músicos tan jóvenes y tan profesionales. Cuando tocaron ‘Almendra’ y después ‘Nereida’ la emoción fue grande: dos danzones que unen a Cuba y a México. La música cubana es la mejor, esta orquesta está retomando la tradición y lo hace con profesionalismo”, expresa la cirujana Eugenia Montemayor en un breve receso: no ha parado de bailar en toda la noche.
[caption id="attachment_662621" align="aligncenter" width="1000"] Foto: Carlos Olivares Baró[/caption]
Cierra el bailongo Goliat Orquesta, agrupación mexicana de ‘salsa dura’ integrada por jóvenes instrumentistas: los bailarines prosiguen en el bembé cumbanchero a ritmo de colores neoyorquinos de los años 70. “Estamos satisfecho por la respuesta de mucha gente que aportó sin miramiento por esta causa de salvar vidas. Hemos bailado toda la noche con la esperanza y con el amor a cuesta. Vale la pena hacerlo. Baile por un trasplante es un evento que nos llena de orgullo”, concluyó Deborah Holtz, entusiasta organizadora de este concilio de son, salsa y mambo con el fin de donar un riñón y salvar una vida.
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