Los documentos hasta ahora inéditos del proceso judicial contra el poeta español Federico García Lorca, por “injurias contra la Guardia Civil” y que permanecían en el anonimato, fueron dados a conocer recientemente. En ellos se demuestra que el denunciante fue Manuel Navarro Celma, un anarquista barcelonés que quería vengarse de la editorial Espasa-Calpe, por publicar el libro del poeta español Romancero gitano, el cual se convirtió en un bestseller, y que contenía, según él, conceptos y frases injuriosas contra el Instituto de la Guardia Civil.
De acuerdo con una entrevista que Lorca concedió al periodista Antonio Otero Seco, el también dramaturgo indicó: “No lo vas a creer, de puro absurda que es la cosa, pero es verdad. Hace poco me encontré sorprendido con la llegada de una citación judicial. Yo no podía sospechar de lo que se tratara, porque, aun cuando le daba vueltas a la memoria, no encontraba explicación a la llamada. Fui al Juzgado. ¿Y sabes lo que me dijeron allí? Pues nada más que esto: que un señor de Tarragona, al que, por cierto, no conozco, se había querellado por mi romance de la Guardia Civil española, publicado hace ya más de diez años en el Romancero gitano”.
El Dato: Antonio Otero le realizó la última entrevista a Lorca. Ocurrió el 3 de julio de 1936 para Mundo Gráfico; sin embargo, fue publicada hasta el 24 de febrero de 1937.
Para Lorca, su denunciante había sentido de pronto “unos afanes reivindicatorios, dormidos durante tanto tiempo, y pedía poco menos que mi cabeza. Yo, claro, expliqué al fiscal minuciosamente cuál era el propósito de mi romance, mi concepto de la Guardia Civil, de la poesía, de las imágenes, del surrealismo, de la literatura y de no sé cuántas cosas más”.
El periodista no dudó en preguntarle al poeta español la opinión del fiscal ante la sorprendente citación judicial. “Era muy inteligente, y, como es natural, se dio por satisfecho. El bravo defensor de la Benemérita se ha quedado sin lograr su propósito de procesarme”.
Dicho episodio judicial dio paso a una leyenda. Se ha asegurado que, tras la denuncia, el señor de Tarragona debía ser un lector muy conservador o, incluso, un sargento de la Guardia Civil. La realidad es distinta y ahora podemos saber algo más gracias a la nueva documentación localizada por La Razón en el Archivo Histórico Nacional, en Madrid. La verdad es que llegaron a los juzgados madrileños, tal y como consta en el archivo de la Audiencia Territorial de Madrid. Es allí donde se apunta que el 31 de enero de 1936 “se recibió una denuncia de don Manuel Navarro y Celma por escrito desde Barcelona a la cual se acompañaba un libro titulado Romancero gitano y cuyo autor es don Federico García Lorca, porque según dicho denunciante el mencionado libro contenía conceptos y frases injuriosas para el Instituto de la Guardia Civil”.
Identidad revelada. El denunciante respondía al nombre de Manuel Navarro Celma, procedente de Barcelona, pero que no tenía nada qué ver con la Guardia Civil. Fue un anarquista habituado a los problemas legales. El 7 de mayo de 1907 en la portada de El Heraldo de Madrid aparece definido como “libertario”. El pájaro había participado en el pasado en algún atentado anarquista e, incluso no había dudado en delatar a sus compañeros.