El artista mexicano Ricardo Nicolayevsky aglutina en una exhibición el trabajo que ha realizado por más de 35 años. Su objetivo es mostrar la capacidad de juego que tiene el arte, y la libertad con la que cualquier persona lo puede llegar a ejercer.
“Ricardo Nicolayevsky: dentro y fuera de cuadro es una exposición que reúne trabajos de diferente índole. Lo que más se muestra es una curaduría de videos y de cine experimental realizado en los 80, el público podrá ver muchos cortometrajes”, aseguró el creador.
La exhibición que se presenta hasta el 1 de abril en la Sala de Arte Público Siqueiros muestra el trabajo audiovisual en cine y video, así como literario, collage, dibujo, música y performances (una interpretación en piano y una lectura de fragmentos de un mamotreto de su autoría) que ha realizado a lo largo de más de tres décadas en dos ciudades, la de México y Nueva York.
El Dato: El artista mexicano ha presentado sus videos en EU, Canadá, Brasil, Colombia y Perú.
Para Nicolayevsky, lo que el público descubrirá al ver todas sus facetas es que “en la vida uno no puede hacer necesariamente todo lo que desea porque hay leyes y conductas que no son permisibles y hay cosas que no podemos hacer. No podemos salir y desnudarnos y empezar a correr a la mitad de la calle o cosas de ese tipo; pero en el arte sí podemos hacer todo lo que queramos, sí podemos expresarnos; el arte nos permite buscar esta libertad intrínseca al hombre”.
En entrevista con La Razón, el mexicano que ha exhibido parte de sus videorretratos en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), destaca que estos fueron hechos a amigos y colegas, de quienes captó su esencia y personalidad.
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“Nunca trabajo con un guion o con un escaleta ni con una idea fija o preconcebida; siempre trato de abordar estos proyectos de una manera muy lúdica, con mucho sentido del humor. Eso hace que la colaboración entre el sujeto retratado y yo lleve a un lugar de intimidad y se revele esta libertad de acción”.
Insiste en que las personas que vean la muestra dividida en tres espacios (cubo, sala de lectura y galería) podrán absorber valores humanos.
“El retratado se está manifestando como un ser humano, con sus cualidades intrínsecas: la libertad, la capacidad de expresión, transmite la individualidad, pero al mismo tiempo trasmite lo que es la condición humana”.
Desnudo y erotismo. En gran parte de su obra, el desnudo y el erotismo son los protagonistas; ante esto, Ricardo asegura que su intención al hacer retratos de amigos desvestidos no era comunicar algo vulgar.
“Dentro de la historia del arte, el desnudo es muy común, muy normal, entonces porqué verlo con una especie de tabú; entonces algunos (de mis amigos y familiares) se desnudaban y mostraban de más o menos; como no había un veto de mi parte, yo me acercaba a eso con muchísima naturalidad y como tampoco había una vergüenza o una pena de parte de los que se mostraban, entonces sale el trabajo de una manera muy honesta y natural, que no se ve vulgar”.
Finalmente, señala que su exposición se montó en la Sala de Arte Público Siqueiros porque tanto él como el muralista mexicano hablan de cosas incómodas. “Siqueiros tenía esta personalidad muy revolucionaria y entonces yo siento que plasmé algo de mi generación de una manera preocupada por darle expresión, por evidenciar algo”.