Con fotocopias, la fotógrafa Lulú S. Puig, dirigente del colectivo Kolëctiv.Feat, captó a un grupo de artistas plásticos del Reclusorio Norte. A partir de estas reproducciones logró realizar 28 obras intervenidas por los reclusos, que ahora son expuestas en el patio de la Biblioteca México.
Libertad es el título de la muestra pictórica que forma parte del proyecto Derribando muros, en el que también participa la Orquesta Escuela Carlos Chávez, con un recital de la Cantata Sueños del compositor sonorense Arturo Márquez.
El proyecto artístico consistió en una fusión de fotografías, pintura, elementos multimedia, música, literatura —con poesía y narrativa— con la que buscan generar una conciencia amplia sobre la libertad.
El Dato: Mañana, el grupo de artistas del reclusorio norte hará una visita guiada en la Biblioteca de México.
Cada una de las creaciones aborda temas como el racismo, la desigualdad, problemas sociales; es decir, los muros individuales que limitan incluso más que la cárcel.
“Es una búsqueda de lo que significa la libertad”, precisó Lulú S. Puig, en entrevista con La Razón.
La directora del colectivo continúa trabajando en el proyecto y confesó que nunca se había encontrado con un grupo de artistas tan talentosos en un espacio como el Reclusorio Norte.
“Es un grupo de 16 personas que se dedican a pintar 50 horas a la semana. desde las ocho de la mañana hasta las cinco de la tarde”, detalló.
De las 28 piezas, 12 se pintaron de manera colectiva. En su creación participaron seis artistas, que se encuentran internados en el Cereso; posteriormente las obras fueron intervenidas por tres artistas que nunca han estado presos. Las otras 16 obras están trabajadas por cada uno de los infractores.
“Las obras que ellos trabajaron conmigo hablan de los muros individuales”, resaltó S. Puig.
El primer exrecluso, Alberto, que salió en libertad hace seis meses, ya está trabajando profesionalmente como artista y, dice Puig, ya vendió su primera obra.
La directora del colectivo comenzó a colaborar desde hace un año con los presos en un taller de expresión artística. El objetivo era concientizarlos sobre sus facultades artísticas y tras un año de interacción y colaboración, mutua lograron formar, esta, su primera exposición.
Libertad visitarña diversos puntos del país, además de que será expuesta en las embajadas de Marruecos en México, Portugal, y en la de Estados Unidos. Viajará a Los Ángeles y Chicago y analizan llevarla a Francia.
La anécdota. “Cuando llegué al reclusorio tenía la intención de que los internos elaboraran sus propios autorretratos, pero me di cuenta de que no tenían manera de verse. Los espejos en las cárceles son muy pequeños, miden diez por diez centímetros así que decidí fotografiarlos de cuerpo entero y captar los detalles de su rostro con un escáner”, narró.
“Fue increíble, porque se volvieron a encontrar con su cuerpo. Ellos me decían: ‘tómame una de la espalda, sin camisa, de cuerpo entero...’. Volver a verse y darse cuenta cómo había cambiado su cuerpo en años fue una experiencia conmovedora”, recordó.
En torno al proyecto el director del Sistema Nacional de Fomento Musical de la Secretaría de Cultura, Eduardo García Barrios, quien participó con una pieza musical en Derribando muros. calificó la experiencia como “una gran lección de vida”.
“Este tipo de mensajes, con artistas de alto nivel que están en prisión yencuentran a través de la expresión artística una forma de liberación del espíritu, muestran que a través del arte se puede crecer como seres humanos, resaltó.
En el tema de la reinserción social a través de las actividades artísticas, el músico afirmó que el arte es un derecho inherente al ser humano y debe desarrollarse.