Para rememorar las contribuciones del artista Jesús Chucho Reyes Ferreira a la cultura popular mexicana, a cuarenta años de su fallecimiento, el Museo del Palacio de Bellas Artes inaugura este 28 de marzo una muestra en la que reúne una gama más selectiva de sus trabajos realizados sobre óleo, masonite y papel de china.
Chucho Reyes. La muestra del color, nombre que recibe la exposición, presenta nuevas interpretaciones que se le han dado al trabajo de Chucho Reyes: su afán por retratar imágenes representivas de su fe religiosa; la dualidad entre comedia y tragedia, así como su gusto por los palenques. Además de sus facetas como escultor, anticuario, promotor y coleccionista.
Esta exhibición se distingue por las herramientas virtuales con las que se guía y adentra al espectador en la vida del artista tapatío, el contexto en el que desarrolló sus obras, así como un mapa interactivo que plantea la serie de relaciones que Reyes Ferreira tuvo con intelectuales y arquitectos como Carlos Pellicer, Salvador Novo y Justino Fernández, entre otros.
“En esta muestra quisimos mostrar todos aquellos aspectos del artista que no habían sido revisados en exposiciones que le precedieron, como la del 62, el 77 y la que hubo recientemente en el Museo de Arte Moderno”, destacó el curador de la presentación, Arturo López.
Agregó que, no se habían incorporado este tipo de temas: “nos llevó una investigación de un año, en donde recurrimos a los familiares del artista, para incorporar aspectos inéditos y darle otro estatus a Chucho, quien tiene un lugar preferente en el arte mexicano”.
La exhibición se desarrolla en cuatro secciones temáticas: Color y materialidad; Influencias y enseñanzas; Muerte y bestiario, y Lo místico y lo profano. Éstas presentan 75 piezas de 33 colecciones privadas e institucionales, entre las que destacan la del Museo Regional de Guadalajara, el Museo del Estanquillo y el Museo Soumaya, así como las colecciones Casa Estudio Luis Barragán, Pérez Simón, María y Manuel Reyero y de la Fundación Cultural Daniel Liebsohn.
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La utilización del papel de china como lienzo se observa a lo largo de la exposición, “no sólo se muestran pinturas de papel de seda o en óleo, sino se revelan estructuras que nos hablan de la imaginación en torno al bestiario que tenía Chucho Reyes, expresó Arturo López durante un recorrido a medios, ayer en el Palacio de Bellas Artes.
La mayor parte de coleccionistas que tienen obras de Chucho Reyes han conservado obras sobre masonite, que retratan gallos de pelea y caballos, “no se sabe a ciencia cierta si hacía estos trabajos por encargo, pero la figura del ave, que repite constantemente, es porque seguramente quería lograr una forma mucho más acabada, incorpora elementos de materia pictórica, utilizaba barniz para detonar el color y la translucidez, comentó el curador.
Respecto a las obras, donde Reyes revela la coexistencia de dualidades y muestra su iconografía religiosa, se muestran pinturas de personajes como San Francisco de Asís, niñas con aspectos tétricos y ángeles envilecidos, algo poco común en un artista plástico nacido en Jalisco.
La figura de Jesucristo doliente, sangrante y con llagas, podría reflejar que el artista tuvo una transformación espiritual cuando pintaba este tipo de realizaciones plásticas, o se trató “solamente de una especia de inclinación a algún aspecto más místico, no lo sabemos a ciencia cierta”, refirió el curador.
“Lo que sí podemos decir es que había un interés particular por tener ciertas realizaciones más acabadas y lograr este tipo de brillantez, hacía cristos negros, dibujos esquemáticos, simples y decorativos”, agregó.
La muestra permanecerá abierta hasta el 3 de junio, estará acompañada de diversas estrategias educativas y actividades dentro de la misma, enfocadas a fortalecer y enriquecer la visión de los visitantes. Se trata de una serie de charlas, talleres y la presentación de un catálogo con ensayos sobre la obra de Reyes.
