Representar a los personajes de La Pasión de Cristo en Iztapalapa se ha convertido en el anhelo de un gran número de jóvenes que practican la fe católica en los ocho barrios originarios de esta delegación, en especial encarnar a Jesucristo y a María, quienes protagonizan la historia bíblica de Semana Santa.
Esta tradición, que se ha realizado durante 175 años, ha sido heredada de generación en generación, pues a la fecha, los participantes en esta puesta narran que han sido motivados por sus abuelos, tíos y sus propios padres, quienes de alguna forma han sido parte de esta adaptación de La Pasión.
Iván Pedro Estrella Mosco, originario del Barrio de San Pedro, se ha inscrito en la convocatoria para representar a Jesucristo desde que cumplió 18 años, edad mínima para ser postulado a este papel. En enero pasado recibió la noticia de que este año encarnaría a Jesús de Nazaret. Para poder llegar a este ansiado momento, Pedro tuvo que esperar seis años, “ahora tengo esta fortuna”, comentó el joven de 24 años a La Razón, quien proviene de una ascendencia que ha formado parte de esta tradición.
“Soy el primero de la familia que personifica un papel principal, a lo mucho mi mamá había interpretado a María Salomé, que acompaña a la madre de Jesús y a Verónica, quien es la que entrega el lienzo en el viacrucis”, comentó emocionado.
Sobre el proceso de entrenamiento de dos meses y medio, Iván relata: “tengo una rutina diaria de 50 minutos de calentamiento, posteriormente hago un recorrido a trote de cuatro kilómetros para poder hacer trabajo de pierna, brazos y pecho; luego hacemos un arrastre de tronco el cual pesa aproximadamente 40 kilos, asimilando la cruz que voy a cargar el Viernes Santo.
Asistir a misa cada ocho días al Templo del Señor de la Cuevita en el Cerro de la Estrella y tomar clases de misticismo para fortalecer su fe, es parte de su preparación espiritual para esta Semana Santa: “conocer la historia de nuestros pueblos, así como la historia de Jesús en tiempos de Palestina, es fundamental”, puntualizó.
“Este año fuimos 10 aspirantes al papel principal, ser originario de los ocho barrios es un requisito obligado y que nunca va a cambiar”, además, “tener la primera comunión y sufragar los gastos, ya que no tenemos apoyo económico de ninguna institución”.
Zaira Virginia Vargas Zamora, joven de 19 años de edad que es catequista del barrio de Santa Bárbara y también estudiante universitaria, dará vida a María, la madre de Jesucristo, en esta tradicional representación en Iztapalapa, destacó que “tener este papel es una gran bendición pero también una gran responsabilidad”, porque se representa a la Madre de Dios, pero también a la mujer en todas sus etapas, desde hija hasta convertirse en mamá, así como transmitir emociones “como el dolor de perder un hijo”.
La elegida de entre doce jóvenes para representar a María, comentó que aunque ha sido complicado mantener “una vida de buenas costumbres”, ella ha anhelado ser parte de La Pasión de Cristo durante toda su vida.
Zaira Virginia es la tercera integrante de su familia que va a representar este papel, “mi madre lo fue en 1992 y un año antes mi tía también fue elegida; mi mamá nos contaba sus anécdotas, nos mostraba sus fotos, eso me alentó”, comentó.
Es algo que va pasando de generación en generación entre los habitantes de los ocho barrios, “nos da identidad y arraigo a nuestras costumbres ”, resaltó la joven.