Una mirada narrativa entre México e Italia

Foto: larazondemexico

Casa de cielo es la nueva recopilación de cuentos del escritor y periodista Héctor Perea, que a través de 13 relatos invita al lector a sumergirse en los detalles más recónditos de dos escenarios: Roma, Italia y la Ciudad de México, ciudades que han inspirado al autor a cometer “gula con los sentidos”.

“Hay un momento en que hasta las cosas menos extraordinarias se cargan de significado, se iluminan súbitamente como una gota de agua atravesada por un rayo de sol…”, recordó Perea en entrevista con La Razón, a pregunta expresa de cómo puede resumir la esencia de su nueva obra literaria, y afirma que esta cita del escritor Mario Praz describe el alma de sus cuentos, pues dice “que a partir de lo más cotidiano y muchas veces desapercibido, nacen grandes historias”.

Entre 2012 y 2014 el escritor logró concebir gran parte de sus cuentos,  fue una época que le permitió recuperar algunos borradores de historias de hace veinte años, mismos que reescribió consiguiendo cuentos y microrrelatos de cuartilla y cuartilla y media. “Ni la boca andaba”, “Abertura”, “La memoria encubierta”, “Una mirada oblicua”, “La carta”, “El performance”, “Vista del interior”, “Sombra de la noche” y “El barrio francés”, son algunos títulos de sus breves historias.

“Trabajo cosas que me pide mi forma de vida, la literatura es un espacio privado, sin corrientes de estudio y análisis”

Héctor Perea

Escritor

El también profesor de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM afirmó que “hacer un nuevo libro es un juego”. Recordó que hace unos días Gonzalo Celorio decía —odio escribir, ¿cómo me volví a meter otra vez en esto?, y concluyó que este padecimiento de la hoja en blanco es muy común en los escritores en el momento de comenzar un trabajo literario.

Respecto a la línea divisoria que existe entre la fantasía y la realidad de sus cuentos, comentó “cada historia por más fantástica que sea, tiene un principio de realidad, pero éste sigue muchos caminos, entonces puede desaparecer por completo, fragmentarla en muchos pedazos”.

“Es un conjunto que en el fondo es una sola historia que me representan en un momento. Cada vez que pasa el tiempo, este elemento que formó parte de mi vida en primer plano comienza a alejarse, el peso cambia a cada instante. No considero ninguna historia mejor, simplemente lo comienzas a ver con lejanía”, puntualizó.

Para él la mayoría de sus libros narrativos no se basan en ninguna escuela de análisis, ya sea literaria, antropológica o histórica. Pues los relatos de Casa de cielo no tratan de convencer a nadie de nada, “pues estudian el mundo, la vida, las sensaciones como el amor, el odio y los celos”, textos que comparten dos épocas.

“Trabajo cosas que me piden mi forma de vida, la literatura es un espacio privado, sin corrientes de estudio y análisis, sino que haya el ejercicio literario puro lo más puro posible”, concluyó el periodista y escritor.

Entre sus obras:

El vuelo del colibrí: antología de la prosa breve mexicana (2016)

La música delgada (2015)

Ojos de reyes (2009)

Jugarse el cuero bajo el brío del sol: brigadistas mexicanos en la Guerra de España (2008)

Los respectivos alientos (2006)

El sonido de la luz (2005)

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