Ubicada en el departamento de Bocas del Rodano, en la antigua región de La Provence, en Francia, se encuentra Arlés, un poblado de no más de 52 mil habitantes que lo mismo cautivó a griegos, romanos que a artistas.
Dicen que fue su luz lo que cautivó a Vincent Van Gogh, la misma que años después sedujo a Picasso y la misma que desde 1969 atrae a fotógrafos de todo el mundo para participar en Les Rocontres d’ Arles, uno de los festivales internacionales más importantes de fotografía.
Van Gogh se instaló en esa pequeña provincia, de paisajes tranquilos que conviven con los vestigios de la arquitectura romana, en 1888 y al llegar a la ciudad lo primero que pisó fueron “60 centímetros de nieve caída”, como contó el pintor a su querido hermano Theo.
[caption id="attachment_755839" align="alignnone" width="874"] El puente de Langlois fue reemplazado por uno muy parecido. Foto: Especial[/caption]
El dato:
300 Obras pintó el impresionista durante su estadía en Arlés
Picasso donó al Museo Réattu 57 dibujos y dos pinturas.
Durante su estadía en Arlés, que hacia 1768 era uno de los principales puertos comerciales de la región, el creador holandés alcanzó su máximo apogeo.
En un año pintó más de 300 cuadros entre los que se encuentran la famosa pieza La noche estrellada, El café de noche en el puente de Arlés y El dormitorio de Arlés, un óleo que Van Gogh dedicó a Theo y del cual realizó tres versiones; el primera, el mismo año de su llegada y la última en el verano de 1889.
Aunque aquella famosa habitación, en la que el creador utilizó pigmentos de la grana cochinilla para plasmar con una paleta de colores tenues y contrastados la tranquilidad y sencillez con la que podían vivir los japoneses; un modelo al que quizá aspiraba secretamente, está destruída cada año cientos de turistas llegan a la ciudad en busca de la simbólica imagen. La Casa Amarilla desapareció en un bombardeo en la Primera Guerra Mundial.
[caption id="attachment_755840" align="alignnone" width="1185"] Un pueblo de ensueño. Gráfico: Staff La Razón.[/caption]
“Esta vez es simplemente mi dormitorio, pero ahora es el color el que deberá encargarse de todo y, mediante su simplificación, dar un estilo más grandioso a las cosas, para sugerir reposo o sueño en general. Es decir, mirar el cuadro debería descansar la mente, o más bien la imaginación”, escribió el pintor a su hermano para informarle de una segunda versión de la obra.
Las huellas de la historia
» Arlés alberga vestigios de la época romana, entre ellos un teatro romano que data del siglo I a.C.
» Algunos de los sitios que inspiraron al pintor están marcados con una fotografía que muestra la obra real.
» La restauración del antiguo Hôtel Dieu en 1986 dio origen al Espacio Van Gogh.
De calles discretas y empedrados rústicos Arlés es, según Lonely Planet, uno de los diez mejores destinos en Europa para viajar. En en el centro se encuentra, desde 2014 la Fundación Vincent Van Gogh que rinde homenaje al creador con dos exposiciones temporales en el año; también alberga siete creaciones originales de él al tiempo que explora la repercusión que su obra sigue generando en los artistas contemporáneos.
En junio el complejo exhibe piezas de diversos creadores que reflexionan precisamente sobre la luz.