[caption id="attachment_782530" align="alignright" width="177"] Gráfico: La Razón de México[/caption]
¿Quién no sufrió con el álgebra y la trigonometría en la secundaria? Las ecuaciones eran enigmas en el pizarrón del aula. Los cálculos y sus aprietos. La tensión en los exámenes finales. Todo iba a la perfección en las calificaciones; pero, en geometría analítica la cosa no estuvo tan bien: seguro extraordinario. En fin, las matemáticas han sido un dolor de cabeza para muchos.
Se encuentra en México el conferencista, docente universitario, articulista, divulgador y matemático español Eduardo Sáenz de Cabezón (Logroño, 1972), quien trajo bajo el brazo su libro Inteligencia Matemática. Descubre al matemático que llevas dentro (Plataforma Editorial, 2017). Sáenz de Cabezón es doctor en Matemáticas y dedica buena parte de su vida a la divulgación científica enfocada en las matemáticas, impartiendo conferencias, charlas, talleres y montaje de ‘espectáculos de números y geometrías’ por todo el mundo.
“Mira, hay un miedo generalizado por las matemáticas. Creo que ese temor se debe a que ha sido una materia escolar muy mal dirigida desde los grados iniciales de enseñanza. Lo primero que debe tener un profesor de matemáticas es imaginación: se debe impartir esta asignatura con sentido del humor y contagiar a los jóvenes con el universo de la abstracción”, dijo a La Razón Sáenz de Cabezón, profesor de Álgebra Computacional en la Universidad de La Rioja, España.
¿Qué pretensiones alberga su libro? No hay pretensiones: hay dictámenes para que los lectores descubran que las matemáticas no son tan terribles. Propongo una suerte de emplazamiento lúdico en cada capítulo: voy desafiando al lector, lo voy animando para que avance y se contagie con los temas que voy desarrollando.
El discurso expuesto es, hasta cierto punto, socarrón. ¿Por qué? Desde un principio advierto a los lectores que pueden dejar el libro, que no es obligatorio leerlo: desde ahí comienza el juego. La socarronería está usada para desafiar, para provocar. Voy dando pistas y propongo ejercicios que estimulan la fantasía creativa.
¿Cómo es eso de que las matemáticas no son una ciencia? No lo digo yo: lo escribió Jorge Wagensberg. Es una gran verdad: a diferencia de las ciencias, las matemáticas no pretenden explicar la naturaleza, ni su verdad está sometida a la adecuación de sus resultados con los dictados de la realidad. Estamos en un asunto de abstracción y generalización en que la imaginación es sustancial.
Unos de los apartados más fascinantes es el 4: Qué es un número. ¿Cómo lo concibió? En uno de mis talleres, un niño me preguntó al final: “Oiga, pero, ¿qué es un número?”. Me quede turbado: era una observación clave que yo no había resuelto en el transcurso del taller. Y de ahí nació ese capítulo que es central en el libro, el concepto de ‘número’. Las matemáticas no son sólo ‘cosas de números’; pero, los números han sido determinantes en su desarrollo.
¿Qué es la inteligencia matemática? Einstein dice: “La matemática pura es la poesía del pensamiento lógico”. Yo asevero que la inteligencia matemática tiene que ver con la forma en que adecuamos ese pensamiento lógico a situaciones cotidianas. Todos llevamos un matemático adentro, que posiblemente se aterrorizó en la escuela por un mal profesor; pero, estoy seguro que permanece escondido en una esquina del cerebro, este libro intenta que lo revelemos. Inteligencia matemática: agudeza donde interviene la creatividad, la intuición, el cálculo y, más que todo, la imaginación.
[caption id="attachment_782533" align="alignnone" width="1023"] Gráfico: La Razón de México[/caption]