Un nuevo libro de Juan Villoro (Ciudad de México, 1956): noticia que se celebra con entusiasmo. Eso ha pasado con El vértigo horizontal. Una ciudad llamada México (Almadía, 2018), un volumen de crónicas y apuntes autobiográficos del autor de La casa pierde que retratan los desmanes, el desconcierto y el caos de la Ciudad de México, el legendario Distrito Federal, capital de los Estados Unidos Mexicanos.
Estructurado en seis Líneas de Viaje: “Vivir en la ciudad”, “Personajes de la ciudad”, “Sobresaltos”, “Travesías”, “Lugares” y “Ceremonias”, el lector entra a un almanaque de múltiples coordenadas y encadenamientos: del cine de luchadores a los tianguis de Tepito, de las travesías viales a la multitudes fanáticas, de la presencia de los ídolos nacionales a los parroquianos de las cantinas, de los petardos de las ferias a Paquita la del Barrio, de la piratería china a los merolicos de la Alameda...
Pasión desbordada de un devoto amoroso que, desde una prosa diligente y nerviosa, extiende su mirada de periodista enmascarado de paseante bajo los códigos de la curiosidad y la nostalgia: flaneur del siglo XXI que divisa los vértices de la anarquía y se deja llevar por el gozo que produce la cifra del desbarajuste de rituales licenciosos y peregrinaciones venerables. Villoro está convencido de que una metrópoli como la Ciudad de México es imposible desdeñarla, por eso la deletrea con tanta escrupulosidad y convicción.
“Este libro es un reflejo de mi amor por esta ciudad y también un informe de sus venturas y desventuras. Estoy involucrado en estos folios, que a veces develan algunos datos autobiográficos con cierto tono melancólico. Asimismo, proyecto un posible norte, por supuesto incompleto, de toda la confusión e infortunios que a diario propicia esta urbe”, dijo a La Razón el miembro del Colegio Nacional, autor del exitoso monólogo teatral Conferencia sobre la lluvia (2013).
¿Cuaderno que el lector puede leer tomando diferentes rutas? Así es. La edición, desde el diseño de la portada, plantea esa posibilidad de entrar por donde prefiera. Incluso, abrirlo en cualquier página y comenzar por ahí la caminata.
¿Cronista desdoblado en periodista y transeúnte? Caminante que se refugia en la multitud y se comporta como uno más: compra plumas, siente nostalgia, se asombra, participa como brigadista de emergencia, recuerda los paseos con su abuela, rememora las colonias y las casas donde vivió... Todas esas aventuras se convierten después en textos con ciertos tonos de crónicas bajo el prisma del periodismo.
Parecería que hay una intención totalizadora. ¿Textos de consulta para tener una visión más integral de la Ciudad de México? No. Muchas cosas se quedaron sin abordar. Nunca voy a sustituir a ese gran mapa de la ciudad que es la Guía Roji. Libro de contención y también con desborde; pero, son tantos los incidentes de esta megalópolis que es imposible abarcarlos en su totalidad.
¿Cuál es el misterio que tiene esta ciudad que, a pesar de la relación odio-amor que le profesamos, seguimos atados a sus coordenadas? La primera virtud que tiene la Ciudad de México es la inclusión: aquí vivimos y nos convertimos en chilangos sin importar el origen. El atractivo de la multitud que va en contra de la cultura de la individualidad de otras culturas. La ciudad invita a la compañía. Bares, conciertos, estadios deportivos y plazas arropan al otro. Asistimos a un concierto en el Zócalo o vamos a la Ceremonia del Grito porque disfrutamos el misterio asombroso de las aglomeraciones.
Como miembro del Colegio Nacional: ¿puede darnos alguna información sobre el destino del patrimonio de Octavio Paz? El Colegio Nacional será custodio de los papeles privados del poeta, según consta en su testamento con la cláusula de que podrán ser abiertos 25 años después de la fecha de su muerte. Cuando llegue ese momento, todo los interesados tendrán acceso a esos documentos.
El Dato: Su obra ha sido traducida al francés, alemán e inglés. El autor ha sido colaborador en diarios como El Mundo y El País.
El vértigo horizontal. Una ciudad llamada México
Autor: Juan Villoro
Género: Crónica
Editorial: Almadía, 2018