Tenemos que agradecerle a Paquito D’Rivera que Dionisio Ramón Emilio Valdés Amaro (Quivicán, Cuba, 9 de octubre, 1918-Estocolmo, Suecia, 22 de marzo, 2013), volviera a pasear sus largos dedos sobre las teclas de un piano en aras de “retomar” su carrera. Bebo ya había vivido una primera vida musical: Paquito, lo invitaba a la segunda.
Año 1964: el creador del ritmo batanga —ausente de Cuba desde 1960—, realiza una gira por Europa con Havana Cuban Boys. Conoce a una sueca de 19 años, Rose Marie Pehrson, y se enamora locamente: decide fincar su residencia en Estocolmo. Consigue empleo: pianista de una cadena de hoteles y de una academia de ballet. Vida tranquila con su joven esposa y pequeños hijos. Los suecos no sospechan que el pianista complaciente, que metódicamente actúa en el lobby del bar de los hoteles ejecutando acordes del “Son de la loma” y tumbaos de guarachas y mambos, sea uno de los mejores músicos nacidos en la isla revolucionaria del Caribe que por esas fechas desafía a Estados Unidos.
Treinta años de relativo anonimato. 1994: llamada de D’Rivera, quien lo invita a grabar un álbum en Alemania. Bebo Rides Again (1995): Bebo cabalga de nuevo, y de qué manera: brío de renovado alegato.
Vendría una tanda de placas sorprendentes. Los que ya conocían su trayectoria celebran el “regreso” de quien fuera asesor musical del Tropicana en su época de oro. 76 años: reinicio de una carrera que lo reafirma figura central de la música cubana: Cuba Jazz (1996); AfroCuban Jazz Suite/Eladio Reinón Latin Big Band/ Bebo Valdés (1998); Recuerdos de Habana/A Portrait at 80 (1999); Calle 54(2000); El arte del sabor (2001); Lágrimas negras (2003) —histórica confluencia pianística de bolero, tango y flamenco en la voz de Cigala—; Bebo de Cuba (2004); Bebo (2006) —álbum de piano solo en abierto tributo a Saumell, Cervantes y Lecuona—; Bebo Valdés & Javier Colina (2007); Bebo Valdés & Federico Britos (2007); Bebo Valdés & The Legendary Vocalists (Compilación, 2007); Juntos para siempre/Bebo & Chucho (2008) —padre e hijo en histórico convite pianístico—. Los arrestos de Bebo con 94 años de edad, de los cuales dedicó a la música de la Isla, más de 70. Segunda vida, segundo aire de un itinerario prolífico del arreglista de Ernesto Lecuona.
[caption id="attachment_810621" align="alignnone" width="696"] Gráfico: La Razón de México[/caption]
Su última producción: Chico & Rita (Calle 54 Records, 2011): banda sonora del filme de animación homónimo. “La historia de amor de dos músicos, una cantante y un pianista”. Crónica del jazz afrocubano, bebop, cubop, bolero, swing, mambo, guaracha y esquemas guaguancoseros. Manual/mosaico que recrea momentos capitales del jazz latino. Reconocimiento a los creadores del mambo (Cachao y Oreste López) en “Cachao creador del Mambo” (Valdés). Blues a la cubana: “Bebo’s Blue”, en complemento con la primera descarga del jazz afrocubano, “Con poco coco”. “Celia” (Powell) ejecutado por el pianista Rolando Luna en frondas de habanera y acotaciones de Saumell/Cervantes. De “Bésame mucho” a “Sabor a mí”, de “Ecuación” a “Nocturno en batanga”, de “Tin Tin Deo” a “Mambo Herd”, de “Ay qué mala é” a “La Bella Cubana”, de “Paran pan pan” a “Time Goes By”, de “A Mayra” a “Fascinating Rhythm”… La noche y la música. Invocaciones y resonancias de Tropicana, Apollo, Roseland, Sloppy Joe’s, Astor…
Años de retiro en Benalmádena, Málaga, España, junto a su querida Rose Marie, después de una carrera vertiginosa en las plazas del mambo, batanga, música de cabaret, ballet, teatro de variedades… / Compositor, arreglista, asesor musical. Padre de Chucho (fundador de Irakere). Admirado y querido por sus amigos Cachao, Federico Brito, Rolando La Serie, Lucho Gatica, Benny Moré, Ernesto Lecuona, Tito Rivera (padre de Paquito)… Tercera vida.
“Lo único que le pido a Dios es que me deje tocar el piano hasta que me muera”, decía constantemente antes de que lo aquejara el Alzhéimer. Un piano suena en los resquicios del mediodía. Unos tambores batá desencajan la cadencia sobre el montuno. Bebo Sonríe y tira un acorde de batanga sobre el lienzo de notas. Músico inigualable. Bebo del mundo. Centenario de Bebo de Cuba.
El Dato: Su composición, el mambo “La rareza del siglo”, se considera que cambia el curso de la música cubana.