MUAC rescata obras de artistas disidentes que levantaron la voz en el 68

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Las expresiones de 36 artistas opositores al Estado represor de 1968 marcaron un referente histórico en Latinoamérica así lo demuestra la exposición Un arte sin tutela: Salón Independiente en México 1968-1971.

La exhibición historiográfica documenta y reconstruye tres exposiciones que organizó el Salón Independiente, un grupo de artistas que, a pesar de crear tendencias diversas, supo permanecer unido ante la desconfianza de las políticas oficiales en 1968.

El dato: Toluca y Guadalajara fueron las dos ciudades a donde viajaron los Salones Independientes en 1968.

“Reúne la denuncia y la protesta hacia la guerra de Vietnam y hacia la injerencia de Estados Unidos en México, pero sobre todo, protestaban contra la violación hacia la autonomía universitaria que había tenido el ejército contra los estudiantes”, dijo a La Razón Pilar García, curadora de la muestra y de la colección artística del Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), espacio que alberga el trabajo.

[caption id="attachment_819304" align="alignright" width="279"] Integrantes del Salón Independiente en 1969. Entre ellos Philip Bragar, Roger von Gunten, Manuel Felguérez y Arnaldo Coen.[/caption]

Además de rendir un tributo al 50 aniversario del Movimiento Estudiantil del 68, Salón Independiente recrea los tres espacios que artistas y creadores formaron de manera autogestiva para protestar contra la Exposición Solar, muestra de otros artistas que fueron premiados por el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz con motivo de las XIX Olimpiadas de la época.

“El proyecto lo teníamos pensado desde hace 10 años, donde el principal objetivo fue recrear los Salones Independientes, lo que hicimos fue un trabajo intenso de investigación en el que usamos fotografías y películas para lograr armar de forma estricta porque sólo están aquí las piezas que participaron en esa época”, explicó la curadora.

A nivel de exhibición, las tres salas que conforman la exposición reflejan un balance entre materiales originales de la época, piezas provenientes de colecciones particulares y material fotográfico que fue colgado de paredes a manera de que los asistentes puedan

convivir con los materiales.

El dato: 10 años tardó en esbozarse la propuesta que se exhibe en el MUAC

El disfrute visual en la exhibición llega de diversas maneras; materiales reciclados como papel periódico, cartón, grafitis, proyecciones y pinturas al óleo; pero dos de las obras más destacadas son el Mural Efímero, creado por múltiples artistas en Ciudad Universitaria y un conjunto de 200 postales, obra titulada Arriba y Adelante (1970 ), que Felipe Ehrenberg, el creador, envió desde Londres para participar en el Salón Independiente.

“El Mural Efímero no es una pieza estética, lo mejor de ella es que refleja la actitud de los artistas contra el Estado. En 1972 retiraron las láminas y hay quienes comentan que fueron pintadas de gris, pero no se volvió a encontrar”, detalló Pilar García durante la entrevista.

“En el caso de las postales de Ehrenberg, me parece importante destacar que se trataba de algo único el hecho de proponer nuevos circuitos de la distribución del arte, en este caso es el correo postal.

El nombre de Arriba y Adelante surge de una frase de Luis Echeverría, es una crítica contra el sistema”, indicó García.

[caption id="attachment_819303" align="alignleft" width="247"] "Arriba y adelante" (1970), Felipe Ehrenberg.[/caption]

Las salas diseñadas que recrean la exhibición reflejan el mismo espíritu experimental y efímero que los creadores disidentes desearon aportar en aquellos momentos, así, al caminar por el espacio se puede disfrutar de espejos, ventanales coloridos con la temática y pequeñas salas adaptadas para escuchar audios o adentrarse en filmes de la época.

“Con este trabajo se revalora lo que fue el Salón Independiente, porque en su momento fue muy criticado y lo consideraron caótico, sin embargo, desde estas expresiones se generó un fuerte cambio en la postura como artista y se fundó la idea de colaboración para los años que venían como 1970, en el que se logra percibir este cambio desde el arte”, reflexionó la entrevistada.

Otro de los objetivos del trabajo historiográfico que se muestra es “voltear al pasado para reflexionar en el presente y transmitirles a las nuevas generaciones este mensaje de experimentar desde el arte y ser independientes”, finalizó la entrevistada.

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