“A mi juicio, sólo deberíamos leer libros que nos muerden y nos pican. Si el libro que estamos leyendo no nos despierta de un puñetazo en la crisma, ¿para qué lo leemos?”, es parte del contenido de una de las 778 cartas del escritor Franz Kafka, que son compiladas en la colección Franz Kafka. Cartas 1900-1914, un proyecto que comenzó la editorial Galaxia Gutenberg.
De este conjunto de cartas 145 nunca se habían traducido al español. Hasta ahora sólo está listo el primer tomo en el que se reúnen aquellas que el autor de La metamorfosis escribió a familiares, amigos, editores, novias y amantes.
En la carta escrita a los 19 años a su amigo Oskar Pollak reflexiona sobre el papel de los libros: “podríamos ser felices sin tener libros y, dado el caso, hasta podríamos escribir nosotros mismos los libros que nos hicieran felices. Sin embargo, necesitamos libros que surtan sobre nosotros el efecto de una desgracia muy dolorosa, como la muerte de alguien al que queríamos más que a nosotros, como un destierro en bosques alejados de todo ser humano, como un suicidio; un libro ha de ser un hacha para clavarla en el mar congelado que hay dentro de nosotros. Eso creo yo”, expresa Kafka.
El Dato: También se pueden encontrar textos literarios, como “La compleja historia del tímido larguirucho y del insincero de corazón” y varios apólogos y cuentos breves.
Las misivas abarcan desde su adolescencia hasta su madurez temprana. Destacan las enviadas a su novia Felice Bauer, a quien escribe por primera vez el 20 de septiembre de 1912. Le mandaba diario cartas, a veces, dos al día.
La relación entre Bauer y Kafka estuvo llena de altibajos, por ejemplo, el 19 de julio de 1914 el autor de El castillo escribe a sus amigos Max y Felix Weltsch: “he tardado mucho en escribir, ¿no? ... He disuelto mi noviazgo”.
Todas las cartas cuentan con una nueva traducción de Adan Kovacsics y la edición ofrece un amplio apartado de notas que permite conocer detalles de la vida del escritor.