Hace aproximadamente 15 años, el coreógrafo y bailarín Miguel Ángel Palmeros padece un desgaste de cartílago en el fémur. Sin embargo, la falta de recursos y de acceso a seguridad social lo ha llevado a posponer una operación que consistiría en colocarle una prótesis, que en clínicas particulares tiene un costo de 80 mil pesos, que para él son imposibles de pagar.
Con 55 años de trayectoria y 150 coreografías creadas, el director de la compañía Momentos Corpóreos es un claro ejemplo de lo que viven los profesionales de la danza por no tener seguridad social.
[caption id="attachment_858680" align="alignnone" width="1654"] Miguel Ángel Palmeros, coreógrafo y bailarín. Fotos: Raúl Campos, Grabaluz y tomada de Facebook.[/caption]
“Tengo 55 años en la danza, desde que empecé se está tratando el tema de la seguridad. Pienso que va a pasar lo mismo, nada”, dice a La Razón, escéptico, ante la iniciativa del diputado Santiago González Soto de crear un Fideicomiso Operador del Fondo de Acceso a la Seguridad Social para Artistas y Promotores Culturales.
Otro ejemplo de ello es la bailarina de Contempodanza, Aileen Kent, quien por falta de dinero no lleva ningún tratamiento para la lumbalgia crónica que padece.
“Sí me he hallado con el impedimento de no tener una fisioterapia cada mes, como se recomienda que suceda, es algo muy difícil al dedicarte a la danza, porque teóricamente para tener tu cuerpo preparado y sano tendrías que estar dándole mantenimiento, pero a veces no es posible por falta de seguridad social o de un sueldo más estable”, comparte.
Tendría que invertir mil pesos al mes, pero a falta de ello soporta los dolores que padece cuando tiene actividades intensas.
A pesar de que son innumerables los casos de coreógrafos, maestros y bailarines que han tenido que conseguir recursos por sus propios medios o por donaciones cuando tienen alguna lesión o enfermedad grave, el acceso a la seguridad social es una demanda pendiente.
“No les interesa que el bailarín se muera de hambre o no pueda seguir bailando por lesiones; muchos ha dejado de bailar porque no han tenido forma de tratar una lesión grave”, lamenta Palmeros.
La coreógrafa y bailarina Cecilia Appleton también ha formado parte de los grupos que han buscado por todos los medios conseguir que los profesionales de la danza tengan seguridad social.
“Siempre hemos estado bajo esta batalla. Durante muchos sexenios se ha quedado como una posibilidad, pero nadie ha tomado las riendas de esto, nadie se ha interesado en lo profundo. Desde los años 80, como miembros de Danza Mexicana Ac. era una de nuestras propuestas. Después, como Colegio de Coreógrafos de México, se ha ubicado esta necesidad, se ha planteado a funcionarios”, comparte la directora de Contradanza, quien ahora padece una lesión.
[caption id="attachment_858679" align="alignnone" width="1181"] Cecilia Appleton, coreógrafa y bailarina.[/caption]
Cuando se lesionan pasan por la incertidumbre. “Tengo un problema de lesión, es un gasto económico que tienes que hacer para poder sanarte. Pero también somos seres humanos, tenemos problemas digestivos por la misma actividad que realizamos, hasta de cuestiones psicológicas estamos hablando”, destaca la artista con más de 40 años de trayectoria.
La necesidad no solamente es para los artistas en activo, sino también para maestros, bailarines y coreógrafos retirados.
“Maestros de avanzada edad no tienen seguridad social, a veces se enferman y lo que sucede es que afortunadamente el gremio de la danza es muy solidario y convoca a través de las redes sociales para recaudar fondos. No es posible que tengan tanta trayectoria y no tengan seguridad social”, lamenta la bailarina y coreógrafa Maribel Michel.
La iniciativa que presentó el diputado Santiago González, el 28 de diciembre pasado, plantea que los recursos del Fideicomiso provengan del Presupuesto de Egresos de la Federación, así como dinero que anualmente se destine. Por lo pronto, en el periodo extraordinario de sesiones que concluyó el viernes pasado, no prosperó.