A las 18:50 de ayer, hora de Francia, un incendio se desató dentro del ático de la Catedral de Notre Dame, joya del gótico europeo y símbolo del catolicismo, en París. Las llamas no solamente devoraron la madera del monumento, sino también más de ocho siglos de historia francesa y europea; fueron consumidos la aguja de la edificación y se derrumbó el techo, despidiendo con ello columnas de humo y cenizas que inundaron el
centro de la capital.
“No estaba lejos, vi el humo. Al principio pensé que era el Hôtel-Dieu, pero después entendí que se trataba de la catedral. Cuando llegué, las cenizas empezaron a caer”, detalló al diario El Fígaro Olivier De Chalus, jefe de guías voluntarios del inmueble.
“Todo se está quemando, no quedará nada aparte del marco”, dijo a la prensa francesa el vocero de la catedral, Andre Finot. La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, expresó su asombro por lo sucedido, y en un tuit avisó que los bomberos, un aproximado de 400 elementos, se encontraban luchando con las llamas. Uno de ellos fue reportado con heridas de gravedad.
Durante ocho horas los bomberos lucharon contra el fuego que consumía la catedral símbolo de la cultura europea, fue a las tres de la madrugada cuando pudieron controlar las llamas.
El cuerpo de vulcanos parisinos informó que posiblemente, el siniestro se debió a un proyecto de renovación en la aguja de la iglesia y sus 250 toneladas de plomo; y reportaron que la estructura, de piedra, estaba a salvo, así como las dos torres. Además, quedaron devastados dos tercios del techo. No hubo heridos y todos los turistas fueron evacuados.
Las cuadrillas de rescate trataron de salvar las valiosísimas obras de arte contenidas en la catedral, entre ellas los vitrales, y objetos históricos invaluables, como un fragmento de la cruz donde fue crucificado Jesucristo, al igual que uno de los clavos que se le colocaron al profeta.
Cientos de personas se reunieron en las inmediaciones de la Isla de la Cité, donde está edificado el templo medieval, y entonaron al unísono “La Marsellesa”, el himno nacional de Francia, y realizaron rezos a manera de homenaje, como si se tratase de un ser querido en medio de la agonía.
También, se congregaron a rezar llenos de llanto: “tengo muchos amigos que viven en el extranjero y cada vez que vienen, les digo que vayan a Notre Dame; la he visitado tantas veces, pero nunca volverá a ser lo mismo. Es un verdadero símbolo de París”, dijo entre lágrimas Samantha Silva, quien presenciaba el incendio.
“Cuando nos enteramos de que la iglesia estaba ardiendo, hemos venido a rezar. Le cantamos el ‘Ave María’ porque la iglesia está dedicada a la Virgen. Es una enorme tristeza”, añadió Jacques Cochard, otro de los testigos.
El presidente francés, Emmanuel Macron, llegó al lugar del incendio, aplazando un discurso que tenía previsto realizar referente a las crisis de los “chalecos amarillos”. Al filo de la medianoche, hora de la Ciudad de la Luz, emitió un emotivo mensaje en el que aseguró que hoy mismo iniciarán las labores de restauración.
[caption id="attachment_904243" align="alignnone" width="696"] Una de las imágenes que conmocionaron al mundo.[/caption]
“Notre Dame de París en nuestra historia, literatura e imaginario, es el lugar donde hemos vivido todos nuestros grandes momentos, epidemias, guerras, y liberaciones; es el epicentro de nuestra vida. Es una catedral que es de todos los franceses, aún de los que jamás han venido.
“Sé que esta tristeza y sacudimiento interior lo sufren todos nuestros ciudadanos, pero también quiero que estemos con esperanza. La pudimos edificar, la supimos edificar y con los siglos la engrandecemos y celebramos, y yo les digo, esta noche, ¡esta catedral la vamos a reconstruir! es parte del destino francés”, declaró el mandatario, quien estuvo acompañado del primer ministro Édouard Philippe y el arzobispo de París Michel Aupetit.
Ante lo acontecido, Adrey Azoulau, directora general de la Unesco, ofreció el apoyo de la institución para realizar la restauración: “la Unesco sigue de cerca la situación y está al lado de Francia para salvaguardar y rehabilitar este patrimonio inestimable”, escribió en su cuenta de Twitter, la también antigua ministra francesa de Cultura.
Entre los primeros testimonios que se están recabando como parte de las investigaciones para conocer el origen del desastre, se encuentra el de Phillippe Villeneuve, arquitecto en jefe de los trabajos de restauración; él aseguró que cuando se produjo el incendio no había trabajadores en el lugar”.
Cuando las llamas fueron controladas, fueron abiertas las puertas de la catedral, y para sorpresa de quienes atestiguaron dicha escena, la cruz conocida como Piedad o El descendimiento de la Cruz, creada por el escultor Nicolas Coustou en el siglo XVIII, se iluminó entre las cenizas y el humo, al igual que el altar.
La Fiscalía de París abrió una investigación preliminar encomendada a la dirección regional de la Policía Judicial, por “destrucción involuntaria por incendio”.
FONDEO POR EL PATRIMONIO. La Fundación del Patrimonio de Francia inició una colecta de recursos para la reconstrucción de la catedral, y a través de su cuenta de Twitter, hizo un llamado para que “Notre Dame renazca de sus cenizas”. “Hacemos un llamado internacional. Todas las donaciones recibidas serán pagadas en su totalidad al
sitio de restauración”.
Por su parte, la alcaldía de París puso en marcha una operación para “salvar todas las obras de arte”. La corona de espinas y la túnica de San Luis se encuentran en buen resguardo, afirmó monseñor Patrick Chauvet, el rector de la catedral. Y el presidente la Conferencia Episcopal de Francia, Eric de Moulins-Beaufort, estimó que restaurar la iglesia llevará “años de obras”.
Además, la French Heritage Society, con sede en Nueva York, y la de fondeo Go Fund Me fueron de los primeros en ofrecer ayuda, “Notre-Dame es, obviamente, una maravilla arquitectónica y ciertamente un monumento que debería ser restaurado”, explicó Jennifer Herlein, directora ejecutiva de la organización; afirmó que los fondos recaudados irán directamente al inmueble.
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“Es quizá el golpe más grande al patrimonio”
“El incendio que consumió parte importante de la Catedral de Notre Dame, es quizá el golpe más grande que ha recibido el patrimonio cultural de la humanidad en un sólo inmueble, desde que estoy involucrado en el tema de la conservación”, expresó en a La Razón el doctor en arquitectura y experto en restauración de inmuebles mexicanos Gabriel Mérigo.
Destacó que el inmueble es uno de los más valiosos ejemlos de la arquitectura gótica ya que su propuesta innovadora aportó en su momento su propia expresión de dignidad.
“Hoy es un día de duelo no sólo para los franceses que han visto el símbolo más importante de París consumiéndose poco a poco con la esperanza de que se logre salvar el monumento en beneficio de la cultura y el humanismo universales”, declaró.
Señaló que habrá que esperar a los dictámenes para ver qué es lo que procede en su recontrucción. “Espero que sea una restauración integral que le regrese al mundo lo que ahora parece perderse”, concluyó.
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