Aunque miembros de la Arquidiócesis Primada de México alertaron a La Razón que la Catedral Metropolitana corre el riesgo de sufrir la misma suerte que Notre Dame, debido al pésimo estado de su instalación eléctrica, la cual podría causar un cortocircuito en cualquier momento. Arturo Balandrano, director general de Sitios y Monumentos aseguró que el inmueble cuenta con un plan de manejo de emergencias y contingencias.
“Todavía hay cableado de hace 60 años, e incluso cuando ocurrió el terrible incendio de 1967 debieron haberse tomado medidas precautorias, pero no fue así; estamos en un riesgo constante porque además está mal instalado y bastaría un sobrecalentamiento o un cortocircuito para que tengamos una desgracia similar o peor que la de Notre Dame”, lamentó en entrevista Hugo Valdemar, canónigo penitenciario de la Arquidiócesis.
A una semana del siniestro en Notre Dame, el padre José de Jesús Aguilar, director de arte sacro de la Arquidiócesis, añadió: “la instalación eléctrica es arcaica para los requerimientos y estándares del siglo XXI, por lo que un cortocircuito podría ocurrir en cualquier parte”.
"Tenemos un convenio firmado con la Conferencia del Episcopado Mexicano, en el cual ratificamos la responsabilidad de la Iglesia como resguardante de los templos, para darles mantenimiento y conservación; y además la asesoría, supervisión y autorización de las obras bajo el INAH”
Arturo Balandrano
Director general de Sitios y Monumentos
Reportó que en partes del recinto, el cableado eléctrico está a plena vista, y que además está “pelado”, “y para el tamaño del consumo energético que tenemos aquí no podemos estar así”.
Los padres rememoran el incendio de 1967. Fue precisamente un cortocircuito en el Altar del Perdón lo que lo desató: se quemó todo el coro, los órganos resultaron afectados, “fue un milagro que no se derritieran”; pinturas como las presentes en las cúpulas se destruyeron, y el revestimiento dorado del Retablo de los Reyes terminó carbonizado.
“Con lo ocurrido en Francia, invito a que el Gobierno federal, a través de la CFE, mande a hacer un peritaje serio y que lo dé a conocer a la nación para que se sepa en qué circunstancia está la Catedral, y que posteriormente entren instancias como el INAH y demás a hacer el nuevo cableado y así poner fin a este riesgo inminente; creo que la tragedia de París debe servirnos para aprender en cabeza ajena”, exigió Valdemar.
“Es urgente que la instalación eléctrica sea reemplazada y que se hagan trabajos de impermeabilización porque se vienen tiempos de lluvia”, agregó Aguilar, pues alarma que otro de los graves peligros de la Catedral son las filtraciones de agua en el techo, razón por la cual el año pasado en la azotea se colocó una lona para evitar escurrimientos sobre las pinturas ubicadas en los techos de las capillas y la cúpula de la sacristía: estas últimas piezas del siglo XVII, realizadas por Cristóbal de Villalpando y Juan Correa, “y eso que hicimos fue algo únicamente provisional”.
"Es urgente que la instalación eléctrica sea reemplazada y que se hagan trabajos de impermeabilización, porque se vienen tiempos de lluvia. No podemos hacer nada, eso lo tiene que hacer la Secretaría de Cultura, y su respuesta siempre es que hay pocos recursos, y no hay programas de restauración"
José de Jesús Aguilar
Director de arte sacro de la Arquidiócesis
No obstante, Arturo Balandrano afirmó que los riesgos de los cuales hablan los presbíteros son “exagerados y fuera de lugar”, ya que la Catedral cuenta con un plan de manejo de emergencias y contingencias, que exitosamente podrá hacer frente a un evento igual de devastador como el de Notre Dame.
“Tenemos un sistema de detección de humo y extinguidores, cámaras de vigilancia, y pararrayos que protege al conjunto arquitectónico de cualquier contingencia. También hay protocolos para el resguardo de los bienes artísticos que alberga, y contamos con un seguro que cubre todo el acervo y patrimonio nacional contra eventos desastrosos naturales y antropogénicos, como el ocurrido en Francia”, explicó.
Aseguró que la renovación y mantenimiento de la instalación eléctrica del recinto, “así como cualquiera de otro tipo”, es responsabilidad de la Arquidiócesis: “ellos deben presentar ante la autoridad el proyecto para que se les revise y asesore para que lo hagan bien; su costo debe ser pagado por ellos”, dijo.
“La Ley General de Bienes Nacionales establece que los templos son propiedad federal y que están bajo el resguardo de las instituciones religiosas, que son estas últimas las responsables directas de realizar las acciones de conservación y de mantenimiento de los inmuebles que tienen bajo su resguardo; la ley es muy clara en ese sentido: la propiedad es federal, los monumentos son propiedad de la nación, pero están abiertos al culto bajo resguardo de las asociaciones religiosas, las cuales tienen la responsabilidad del mantenimiento y la conservación de sus instalaciones”, concluyó.
Durante un recorrido realizado por La Razón, se observó que en cada pilar del recinto hay al menos un detector de humo y un par de extintores, mismos que también pueden ser encontrados cerca de las bancas en las esquinas, sumando un total de 34.
¿Qué dice la Ley General de Bienes?
En su artículo 81, apartado V, se señala que en los inmuebles utilizados para fines religiosos que son considerados Monumentos Históricos o Artísticos: es responsabilidad de la Secretaría de Cultura:
“Requerir a los representantes de las asociaciones religiosas o a los responsables de los templos, la realización de obras de mantenimiento y conservación, así como tomar las medidas necesarias para tal efecto”.