Celia Alizet (primera voz) y Laura Diana (segunda voz, guitarra) tienen 18 y 17 años de edad, respectivamente: desde hace cuatro años conforman el dueto Las Hermanas García, dirigido musicalmente por su padre, Mariano García, virtuoso ejecutante del requinto muy respetado en la Costa Chica de Guerrero, frontera con Oaxaca. Cantan boleros, pasodobles, chilenas, valses, bambucos y rancheras en la exploración del repertorio de Álvaro Carrillo y de otros cultivadores de coplas sentimentales con aroma costeña.
Dos álbumes: Como un lunar (Discos Corasón, 2016) —antología del bolero de la Costa Chica— y Que sepan todos (Discos Corasón, 2016), en los cuales, estas noveles vocalistas se han impuesto en el gusto de los amantes del bolero en México. Laura y Celia García son ‘las nuevas voces del bolero costeño’: variante del género en prosodia muy espontánea en que una lírica singular expresa los sentimientos amorosos de los pobladores de las costas de Oaxaca y Guerrero.
Laura y Celia nacieron con la sensibilidad ‘bolerística’ en sus venas, la cual ha sido estimulada por su padre. “Desde niñas hemos escuchado esta música, la tenemos en nuestro ADN común. Cantamos con un sentimiento natural al modular un verso de Álvaro Carrillo o de otros compositores. Es importante para nosotras el sentido armónico: acoplamos nuestras voces a las concordancias de los arreglos y los trinos del requinto”, expresaron para La Razón las jóvenes vocalistas originarias de Ometepec, Guerrero.
El Dato: Éste es su tercer disco. Realizan un recorrido por las distintas costas de la República Mexicana y por la música de otras naciones.
Aparece la placa Sabor a mar (Discos Corasón, 2019) de Las Hermanas García acompañadas por Mariano García (requinto, dirección musical, arreglos), César Adrián Reyna (bajo eléctrico) y Reiner Limonta (percusiones). Producción de Eduardo Llerenas y Mary Farquharson, en una apuesta por la tradición musical de México, el Caribe y Suramérica en estos tiempos en que la oferta discográfica se rige por la trivialidad y las exigencias comerciales.
“Participaron en Bellas Artes, hace unas semanas, en el homenaje luctuoso a Álvaro Carrillo: podemos decir que estamos en presencia de un dueto vocal en total madurez, a pesar de que son tan jóvenes. Han sabido conjugar muy bien la esencia del bolero costeño y las derivaciones. En este nuevo álbum demuestran oficio y congruencia en el apego por las tonadas de su terruño”, precisa Mary Farquharson, ejecutiva de Discos Corasón.
¿Extienden sus dominios al Caribe y Suramérica? Sí, así lo quisimos. Interpretan piezas de México, Cuba, República Dominicana, Puerto Rico, Venezuela, Perú y Colombia, bajo la consonancia y presencia del mar. Goce manifiesto con el amor como motivo central.
Destaca la sensualidad del tema “Que sea para mí”, de Álvaro Carrillo, y la guaracha-son “El chico de mi rosal”, del cubano Alejandro Almenares... Y también nuevos arreglos de “Lágrimas negras”, “Sabor a mí”, “Nunca” o “Desmayo”: coplas de amor de otros parajes costeños para escuchar con el ser amado y, si se antoja, bailar. Mariano García quería que el dueto explorara otras modalidades desde arreglos que se avinieran a las conformidades del paisaje melódico-rítmico de la Costa Chica. Laura y Celia aceptaron el reto, y aquí está el disco.
Sabor a mar
Artista: Las Hermanas García
Género: Bolero Costeño
Disquera: Discos Corasón, 2019
Presentación del disco
Cuándo: 25 de abril
Dónde: Fonoteca Nacional
Horario: 19:00 horas / entrada libre