Ayer, el pintor zacatecano Rafael Coronel falleció los 87 años de edad. Reconocido por una espléndida obra enfocada a un retrato muy cercano al tenebrismo de Caravaggio del siglo XVII.
“Con su muerte se está cerrando un ciclo de la historia del arte mexicano pues perteneció a la Generación de la Ruptura, su trabajo fue la contraposición no sólo a los grandes muralistas sino también a figuras como Rufino Tamayo, Juan Soriano y Carlos Mérida; su gran contribución al arte mexicano es el haber logrado esa bipolaridad entre la pintura prehispánica y la moderna”, afirmó a La Razón el crítico de arte Miguel Ángel Muñoz.
Coronel comenzó a dibujar a los cinco años, y su proyección como artista ocurrió en 1954, cuando conoció a la promotora de arte Inés Amor —recomendado por el pintor guatemalteco Carlos Mérida— e ingresó a la Galería de Arte Mexicano —la primera galería del país— donde dos años después realizó su primera exposición individual.
[caption id="attachment_917020" align="alignnone" width="696"] Los amigos Serigrafía sobre papel, 100x 120cm.[/caption]
“Inés Amor le da una proyección muy importante. Logró abrirse camino sólo: cuatro años después hizo una exposición en Bellas Artes y en 1964 formó parte de la muestra inaugural del Museo de Arte Moderno”, detalló.
Su trabajo transitó del arte figurativo al abstracto, “y evolucionó a una mezcla de ambos géneros muy identificable”; con ella se propuso a recuperar el pasado precolombino, mezclándolo con la modernidad pictórica que descubrió durante sus viajes en Europa, pues recibió influencia de Goya, Rembrandt, Ucello, Caravaggio y Vermeer, entre otros.
Durante los últimos 35 años de su vida, agregó Muñoz, descubrió su propio lenguaje, el cual estuvo conformado por una serie de personajes “entre místicos, magos y hechiceros; y fue criticado porque su trabajo, con estos seres se volvió repetitivo, pero ellos conformaban su lenguaje”.
[caption id="attachment_917023" align="alignnone" width="696"] Regalito Gicleé sobre tela, 100x125 cm.[/caption]
Una de sus exposiciones más relevantes fue su retrospectiva Retrofutura, un homenaje a su trayectoria de casi 70 años, integrada por casi un centenar de obras, y que se presentó en el Museo del Palacio de Bellas Artes y en el Ex Convento de San Agustín, en Zacatecas.
Ayer, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura por conducto de su directora, Lucina Jiménez, lamentó la muerte del artista, amasó una colección de 10 mil máscaras mexicanas.
El INBAL anunció que hoy a las 14:00 horas se le rendirá un homenaje al pintor en el Palacio de Bellas Artes.
El Dato: La mayor parte de su acervo en la Ciudad de México se encuentra bajo la custodia del INBAL en las colecciones del Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo
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