-A ver. ¿Dices que podemos viajar en el tiempo?- La pregunta era genuina y no obstante, llevaba una carga de sarcasmo perfectamente audible.
-No, no es viajar en el tiempo, no vas a poder ir a recostarte con Cleopatra, hacerle cosquillas a la Gioconda o al desfile de modas de hojas de parra en el Edén.-
-No entiendo, me acabas de decir que cambiaremos el pasado para mejorar nuestro futuro.-
-Sí, pero no viajaremos, eso es imposible.-
-Sí, pero no. ¡Gran argumento! ¡Soberbio!-
-No te dije que viajaríamos, te dije que cambiaríamos, si no entiendes el español ese no es problema mío.-
-Perdón pero, es lo mismo.-
-Gimnasia y magnesia.-
-Ok, te concederé que no es lo mismo... aunque lo sea. Explícate.-
-Es similar a la teoría de Ori pero mezclado con el puente Einstein-Rosen, es decir, el tiempo se curva, imagina un camino sinuoso en una montaña, la montaña es la expansión del universo, el camino es el tiempo y el vehículo que asciende somos nosotros. El vehículo no puede retroceder, solo va en un sentido pero, en algún momento, el tipo del asiento del copiloto, termina su bebida gaseosa y como todo buen ser humano sucio, lo tira por la ventana, ese envase rodará, lo que significa el puente, hasta caer en un punto que ya cruzó mientras era bebida, es decir, la botella regresó a su pasado..-
-No me queda claro.-
-A nadie le queda claro, es una mezcla de teorías puesta de una manera que tú la entiendas, que esperabas, ¿la iluminación? Si te estoy contando esto es porque necesito financiamiento.-
-Ok, supongamos que lo que dices es cierto y, todavía más lejano, supongamos que pretendo quebrar mi empresa para financiar tus sueños mafufos. ¿Qué gano yo?-
Así era su hermano, siempre buscando algún interés particular, siempre buscando hacer dinero y no lo juzgaba, desde el orfanato lo había cuidado, desde los abusivos mayores que querían aprovecharse hasta de los adultos que hacían de todo menos protegerlos. Rascarse con sus propias uñas había sido el pan de cada día pero, él, tenía las garras de su hermano para protegerlo. Nunca fue sencillo, se escaparon, él hizo cosas dudosas y poco éticas para subsistir para que pudiera asistir a la escuela, su empresa se convirtió en el motor que necesitaba para impulsarlo pero, en realidad, la había creado para impulsarlo. En otras palabras, su vida entera, todas sus acciones habían sido para que pudiera salir del hoyo en que estaban, nunca le interesó nada más que mi felicidad y superación y aquí estaba yo, pidiéndole que lo hiciera una vez más, que dejara todo para cuidarme de nueva cuenta.
-Tienes razón bro, no te lo he explicado bien y es que tampoco me queda muy claro. El hecho de meterse con el pasado para alterar el presente siempre ha sido teórico y mientras unos hablan del aleteo de la mariposa, otros hablan del ajuste automático de nuestra realidad, es decir, que no se cambiará nada pues lo que se hará en el pasado se planeó en el futuro para llegar al pasado y que si se cambiara, no se llegaría al futuro donde se cambió el pasado.-
La cara de angustia tratando de seguir el argumento era risible, si bien su hermano siempre lo había protegido, en lo que era planear y pensar, siempre se lo había dejado a él.
-¿Entonces no cambiará?-
-Ese es el punto, la paradoja implica que, hiciéramos lo que hiciéramos, el presente permanecería inalterable. No obstante, siempre fue teórico pues, además de lo loco que suena, era materialmente imposible y si a eso le sumamos que también se pondría en riesgo la propia existencia, pues... Digamos que de la ciencia ficción no pasaría nunca aunque era un ejercicio bastante entretenido en la universidad.-
-Olvida la teoría y esas cosas, no entiendo la mitad de lo que dices y me estás aburriendo como ostra. Me dices que no se puede, y que aunque se haga no pasará nada, eso en mi lenguaje equivale a perder el tiempo de maneras muy creativas, eso sí pero, perder el tiempo al fin y al cabo.-
-Es imposible viajar, no obstante, no es imposible cambiarlo y es eso lo que quiero hacer.-
-¿Para qué? ¿Para desaparecer?-
-¡No! ¡Quiero cambiarlo porque no es justo lo que estamos viviendo!-
-El universo no es justo, nunca lo ha sido, es más es reverendo ca...-
-¡No hablo del universo, del destino o de lo que sea!... no es justo lo que hacemos, somos como una plaga y sí, quiero cambiarlo sin desaparecer y para eso tendré todo el tiempo del mundo a mi favor.-
-Si tú lo dices, es suficiente para mí hermanito, siempre fuiste el más inteligente y la verdad, nunca tuvimos nada, así que no hay nada que perder. ¡Qué más da! ¡Arma lo que quieras!-
Fueron varios meses mal comiendo, mal durmiendo, frustrantes pues había que hacer ajustes de último momento, un tornillo mal apretado era riesgo, un cable suelto, un generador no probado podía cambiar el amperaje y eso modificaba el alcance.
El logaritmo fue otro asunto, estaba listo desde que inició pero, le había llevado años, de hecho, el resultado del mismo era lo que lo había llevado a hablar con su hermano, ahora, de su empresa solo quedaba el almacén donde llevaba a cabo la experimentación, todo los demás activos habían sido rematados. Por un instante se sintió culpable de usar todo lo hecho por su hermano para la consecución de un sueño guajiro del cual ni siquiera estaba seguro que funcionaría. Meses completos entregado ese fin y hoy contemplaba al fin lo creado, en los diagramas se veía mucho más impresionante, en la realidad solo era una pequeña plataforma con una ligera curvatura cóncava a lado de un gran cilindro de pintura mate no conductora donde estaban todos los circuitos.
Empezó el cálculo y el logaritmo ajustó los parámetros dependiendo del peso de la pequeña esfera de Radio que descansaba justo en el centro de la plataforma. Utilizó el lugar de mayor concentración vegetal según el análisis previo de la composición química del estrato, ajustó el cronodispersor, tomó aire y apretó el interruptor.
400 millones de años atrás, una pequeñas esfera radioactiva acabó con la población vegetal, contaminó la tierra y estuvo así por varias centurias hasta que una brizna surgió, una pequeña mutación, perfectamente adaptada, fortalecida, con un crecimiento exponencial, fue la única especie que subsistió, sin ningún otro competidor, cubrió la extensión de terreno y lo que a simple vista parecería una maleza, por debajo de la tierra era diferente, unas tímidas raíces empezaron a acercarse entre ellas.
100 millones de años atrás, una brizna sintió el paso de un animal y envió un aviso por medio de su raíz y luego otra y otra y otra.
5 millones de años atrás, el aviso de la alimentación de un insecto generó un movimiento inusual, el insecto quedó enredado hasta que murió y sus restos fueron absorbidos por la tierra y las raíces reconocieron su sabor.
La carretera había sido construida hacía menos de un año pero, por alguna razón fuera del análisis del terreno y los materiales, a los dos meses sufrió su primera cuarteadura, se reparó y se tardó más en repararse que romperse en otro lado y así fue hasta que se dieron cuenta de que la maleza a la cual se le había rociado de herbicida y se le había pasado un tractor encima, había surgido de nueva cuenta y aunque fue rociada nuevamente por el herbicida, este no tuvo el efecto deseado. La carretera fue abandonada ante el enorme costo que representaba su mantenimiento y se modificó la ruta original.
La insistencia del depredador generó una respuesta cada vez más rápida, una adaptabilidad acelerada, esta vez no era comida, esta vez se arrancaban trozos enteros. Las raíces se entrelazaron con mayor fuerza y se adaptaron con mayor celeridad.
El distanciamiento con su hermano mayor había sido doloroso pero, él sabía que todo estaba en su sitio y que llegaría algo pronto y así pasó uno, dos, tres años y nada, los reclamos empezaron, los señalamientos de que por su culpa habían dilapidado su futuro, sus acusaciones de ser un utópico soñador o un distópico investigador. Los años pasaron y nada pasó.
En la escuela pública donde daba clase, hablaban del amarillista encabezado de la página de noticias web. Desde que daba clase, nunca había conectado con los adolescentes, llegaba, daba clase y se iba, nunca hablaba con ellos fuera del aula y sin embargo, se quedó escuchando como venía haciendo desde hacía dos décadas.
-Te digo que es verdad.- Dijo quien era quizá su más avanzado estudiante aunque por eso mismo, era el más odiado de la clase.
-Estás loco.-
-No, mira, lo dice internet “La hierba asesina”.-
-Naaa, seguro hablan de alguna planta de donde se saca la droga que vende Vin.-
-No, dicen que hay una hierba extraña, que resiste todo y no solo eso, que reacciona.-
Se detuvo en seco, no queriendo tener esperanza, se volteó e increpó a su alumno -¡Estás loco! ¿De dónde sacas tamaña estupidez?-
El niño solo extendió su teléfono y leyó ávidamente el texto mientras las lágrimas escurrían por su rostro. ¿Sería posible?
Le aventó el teléfono a su alumno y tomó su auto hasta llegar a donde decía el artículo había sido el incidente.
Frente a él se extendía un campo cubierto por una maleza verde en la que por sus hojas se intercalaban filamentos rojos, apenas de un palmo de altura y se movían como si un ligero viento la meciera, ante los ojos de los demás sería normal pero él estaba buscando algo más, sabía que no había viento, así que no podría moverse. Al acercarse la hierba se detuvo de manera imperceptible, a la expectativa, nadie que no estuviera buscando lo habría detectado. La publicación hablaba de que no había insectos cerca de la hierba pues habían aprendido a temerla. Hizo ademán de arrancar una brizna pero algo lo detuvo, como si un instinto básico le dijera que no lo hiciera, así que se acostó donde iniciaba e hizo lo primero que se le ocurrió... le habló y le pidió permiso para estudiarla. No arrancó nada hasta que no sintió en sus entrañas que estaba bien y es que si era verdad lo habría conseguido, quizá no tenía nada que ver con lo que había hecho pero algo le decía que no era casualidad, por primera vez en el planeta habría dos especies inteligentes, una animal y una vegetal.
Ya iba siendo hora que compitiéramos en igualdad de circunstancias, tal vez una no subsistiera, tal vez una desapareciera o, tal vez, ojalá, coexistiéramos.
No sabía que pasaría pero, sabía lo que haría, le enseñaría a este nuevo ser todo lo que sabía, para que pudiera desarrollarse, aún faltaba el poder comunicarse pero, vamos, había logrado viajar al pasado para acelerar la mutación de una nueva especie, que tanto más complicado sería establecer comunicación, además, si lo lograba, sabría el momento exacto en que la hierba cobró consciencia y así, podría mandar la información hacia atrás para que entonces no le enseñara a un novato sino... hablara con un igual.
No, ni su hermano lo entendería. Nuestro tiempo había pasado y si bien, nuestro legado parecía la destrucción, quizá una inteligencia vegetal... lo hiciera mejor.