Obra visibiliza la dura vida juvenil

5ed0cd51532f9.jpeg
Foto: larazondemexico

Actualmente en temporada, en el foro La Gruta del Centro Cultural Helénico, Valentino Clemens y los chicos perdidos de Wonder-nada ofrece un relato acerca de cuatro jóvenes que tienen sueños y esperanzas pero que la realidad los pisa.

Llevar a escena temas de pobreza y la vida cotidiana de millones de personas que viven al margen de los progresos nacionales tiene muchos riesgos, ya que es fácil caer en la defensa melodramática, el desconocimiento, el aproximamiento desde el cliché o la trivialización, sin llegar a ningún punto analítico, algo en lo que cae la presente historia.

Cuenta con la autoría de Isabel Quiroz, dramaturga y directora de teatro originaria de Campeche y licenciada por la Universidad Veracruzana, quien se interna,

de manera fantasiosa, en los pasajes de la incomprensión, la frustración, el descontento y

la pertenencia.

Con una estética punk, la propuesta se acerca al teatro musical para contar una historia sin final rosa; presenta a jóvenes que deambulan en una ciudad que reniegan y toleran, odian y aman, maldicen y aceptan.

Con la consigna de “Vive, cabrón”, el patético Valetino Clemens rememora sus andanzas con sus amigos Max, Lorel y Roxine, las experiencias que forjaron sus lazos, las lecciones de guitarra (que con cada acorde aprendido sonaba su desgracia); pero también las enseñanzas surgidas en un cuarto grafiteado, del cual no pueden salir.

Los niños perdidos de Wonder-nada tienen conciencia social (asisten a marchas), leen libros, tocan instrumentos, pero también se drogan y en cada palabra gritan su búsqueda de pertenencia, la perseveracia por dar algún sentido a su existencia, su rechazo a la realidad laboral, su aburrimiento y la inseguridad que les genera el paso del tiempo.

Lentamente desaparecen, la realidad los golpea a cada uno, los arrastra a las sombras, a ese lugar que los libera de Wonder-nada, que les devuelve una familia, un abrazo pedido entre sollozos, la tranquilidad y el consuelo.

Producción del Centro Cultural Helénico y la Compañía Nacional de Teatro (CNT), la puesta en escena cuenta con la dirección de Mahalat Sánchez, escenografía e iluminación de Félix Arroyo, vestuario de Giselle Sandiel y música original de Edwin Tovar y Carlos Matus.

Si algo caracteriza a las puestas en escena de la CNT, es su buen nivel de producción, así como contar con actores que trabajan específicamente para sus montajes. Sin embargo, la propuesta transita entre un musical que le faltan elementos para serlo en forma, así como poca profundización del texto en la realidad que lleva a ese estado de hastío y apatía juvenil.

Valentino camina por las calles, regresa a los sitios que le daban sentido, se pregunta “¿cómo quitarse el dolor cuando está en cada calle? y exige que lo vean mientras toca una canción de despedida para todos aquellos que sufren, desaparecen, callan, que son olvidados y sobreviven a la batalla diaria por vivir al margen.

Valentino Clemens y los chicos perdidos de Wonder-nada

Autoría: Isabel Quiroz

Dirección: Mahalat Sánchez

Martes, 20:30 horas

Hasta el 10 de septiembre

Dónde: Centro Cultural Helénico

El Elenco

Ana Paola Loaiza Personaje: Roxine

Carlos Oropeza Personaje: Valentino Clemens

Fernando Huerta Zamacona Personaje: Max

Ichi Balmori Personaje: Lorel

Temas: