Los trabajos de restauración de la Casa del Mayorazgo de Guerrero, inmueble del siglo XVIII, ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de México, afectado por los sismos de septiembre de 2017, presentan 90 por ciento de avance. Se trata de una edificación, la cual, además de albergar laboratorios especializados del INAH, resguarda el mural El Canto y la Música, de Rufino Tamayo.
Ubicado la calle Moneda N° 16, la edificación es una obra del arquitecto Francisco Guerrero y Torres, donde la Secretaría de Cultura y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) atienden las afectaciones producidas por los movimientos sísmicos.
La construcción, la cual fue sede del Conservatorio Nacional de Música, en los años 40, actualmente aloja tres subdirecciones de la Coordinación Nacional de Arqueología del INAH: Paleontología, Arqueología Subacuática y Laboratorios y Apoyo Académico, esta última integrada por laboratorios de Arqueobotánica, Arqueozoología, Fechamiento, Geofísica, Geología, Geomorfología, Microscopía Electrónica de Barrido, Química y Suelos, y Difracción de Rayos X y Raman.
Asimismo, la casa cobija al mural El Canto y la Música, realizado en 1933 por el pintor oaxaqueño Rufino Tamayo (1899-1991), lo que obligó a los especialistas del INAH a realizar acciones preventivas para evitar afectaciones. Para resguardar ésta y otras áreas, se colocaron protecciones en los arcos norte y poniente del patio principal; las colecciones fueron reubicadas y forradas, hasta con tres capas de plástico, para evitar el contacto con el polvo resultante de las labores.
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Tras señalar que los trabajos de restauración en el inmueble histórico han sido un reto por tratarse de un lugar de uso continuo, el arquitecto Antonio Mondragón Lugo, director de Apoyo Técnico de la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos (CNMH), indicó que el conjunto arquitectónico respondió bien ante los movimientos telúricos, de manera que las afectaciones no comprometieron la estabilidad y seguridad de la estructura.
Detalló que se trata de algunas grietas y fisuras (en sentido vertical) que se generaron en los muros, siendo los transversales de la crujía sur los más afectados.
El patio principal del inmueble se compone de cuatro arcos, con un claro de 9.45 metros cada uno, de los cuales el ubicado al sur presentó una fisura en una de las dovelas, en la cual se analiza su intervención; también hubo desprendimiento y pérdida de adherencia de los recubrimientos de muros, así como deformación del piso de duela en el área de acervo de publicaciones.
El especialista de la CNMH expuso que en la Casa del Mayorazgo de Guerrero conviven materiales pétreos en las mamposterías, en los marcos de vanos, en las columnas y en los arcos del patio; maderas en las viguerías y en los pisos, así como elementos de concreto armado, incorporados en los últimos años (trabes, losas, entrepiso y cubiertas). En diferentes áreas del conjunto, se han identificado muros construidos con tabique y tabicón, los cuales presentaron fisuras que ya fueron atendidas.
La arquitecta Mariana López Mendoza, adscrita a la Subdirección Supervisión de Proyectos y Obras Externas de la CNMH, precisó que algunas de las fisuras y grietas provocadas por el último sismo, anteriormente habían sido intervenidas mediante la inyección de mortero cemento-cal para consolidar los muros dañados, sin embargo, el sismo del 2017 evidenció que no hubo una consolidación correcta, por lo que tales aberturas incrementaron su espesor y longitud.
Detalló que para resarcir estos daños se ha determinado remampostear, colocando piedra de tezontle de mayores dimensiones con mortero cal-arena, cuidando el entramado de las piezas nuevas con la fábrica original; y se aplicará un aplanado de cal-arena y pintura a la cal como recubrimiento final, en algunas de las áreas.
Añadió que otra de las zonas con afectaciones es la parte oriente del edificio, tanto en la planta baja como en el primer nivel, donde se ubican el Laboratorio de Arqueozoología y la Subdirección de Laboratorios, respectivamente; los muros paralelos a la fachada presentan grietas diagonales, las cuales abarcan casi la altura total de los muros, por lo que fue necesario liberar los plafones para conocer las dimensiones reales de las grietas y verificar las posibles afectaciones al entrepiso y la cubierta.
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Cabe mencionar que los trabajos contemplados inicialmente se han incrementado, sólo se atendería el cuarto que ocupa el área de Arqueozoología, pero por las dimensiones de la grieta, la altura, el espesor y las características de la mampostería, fue necesario trabajar en el espacio contiguo, donde se ubica la Colección Osteológica y Conquiliología de Referencia, la cual se integra por miles de piezas resguardadas en cientos de cajas, por lo que se tuvieron que embalar, reubicar y forrar antes de proseguir con la restauración.
Tras la consolidación de la grieta se determinó liberar todo el aplanado de yeso que tenían los muros, el cual provocaba la concentración de humedad en los niveles inferiores. Para dejar esta área en un estado óptimo, se aplicará un aplanado con cal a fin de proteger sus materiales constructivos.
Los trabajos de recuperación en el inmueble llevan 90 por ciento de avance. Se han concluido: el área administrativa de la Subdirección de Laboratorios y Apoyo Académico, así como la de seguridad; la Sala de Consejos, el espacio que alberga la subestación eléctrica y la bodega de la Subdirección de Arqueología Subacuática, el área de la Colección Osteológica y Conquiliología de Referencia, el cuarto de análisis y el área de Publicaciones Periódicas de la Biblioteca; continúan en la oficina del Consejo de Paleontología.
Además, con el objetivo de comprender las causas de los daños generados por el sismo del 19 de septiembre de 2017, se realizó un levantamiento topográfico, el cual permite identificar los diferentes asentamientos del inmueble; la ubicación de puntos de referencia topográficos para hacer futuros monitoreos; y un levantamiento con escáner laser 3D, a fin de conocer a detalle los desplomes y otras alteraciones. Asimismo, se contempla el análisis con el radar terrestre o georradar, para profundizar sobre las características de la cimentación del edificio.
Las labores de recuperación se han realizado en coordinación con los investigadores que laboran en las áreas intervenidas y con el apoyo del doctor Anhuar Terán, subdirector de los Laboratorios y Apoyo Académicos, quien, desde la elaboración de la propuesta, ha colaborado con la CNMH y el equipo responsable de los trabajos.
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