La decana de la danza, Alicia Alonso, la cubana más universal y referente del ballet clásico a nivel internacional, falleció este jueves a los 98 años, en un hospital de La Habana, después de ingresar por una baja de tensión arterial muy fuerte, reportaron medios de la isla.
Alonso fue directora y coreógrafa del Ballet Nacional de Cuba, gracias a sus interpretaciones, cargadas de emotividad de los ballets clásicos es que ganó reconocimiento mundial y puso en la mira internacional el trabajo de bailarines y coreógrafos de la isla.
Su interpretación en Giselle, en 1943, la inmortalizó y la convirtió en la primera la latina en hacer este rol en Estados Unidos.
Posteriormente, la versión que hizo de este ballet para la compañía de danza clásica de Cuba se ha vuelto un referente, ya que le aportó “esa diferenciación entre clases sociales, de estilo, de respeto de la época, desde el vestuario, la escenografía, hasta el movimiento del cuerpo de baile, fue una de las grandes virtudes de esta versión”, declaró recientemente a La Razón, Viengsay Valdés Herrera, actual subdirectora artística de la agrupación.
La bailarina cubana incursionó en la danza a los nueve años de edad tomando clases con el ruso Nikolai Yavorski, en la Sociedad Cultural Pro-Arte Musical, donde hizo su primera aparición escénica con El cascanueces.
En su vasto repertorio se encuentran Pas de Quatre (Dolin, Lester); Apollon Musageta (Balanchine); Jardin de lilas, Gala performance y Romeo y Julieta (Tudor) y Aleko (Massine).
Debido a que el 21 de 2020 cumpliría 100 años el Ballet Nacional de Cuba preparaba una gran celebración para honrarla.
“Estaremos dedicando durante todo el año actuaciones, galas internacionales, que ofrezcan agrupaciones como el New York City Ballet, La Scala de Milán, para hacer un gran homenaje a nivel internacional, y a la vez, en el marco del festival invitar a grandes bailarines, estrellas de cada una de las mejores compañías del mundo, estamos empezando casi desde ahora”, señaló Valdés Herrera.
fgr