“De 33 libros adquiridos en 2018, pasamos a 500 mil este año”: Marx Arriaga

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Uno de los mayores focos rojos que encontró la Dirección General de Bibliotecas en esta administración es que había bibliotecas públicas en desuso, debido a la falta de acervos, por ello, este año se adquirieron medio millón de volúmenes —entre libros, revistas y material multimedia— mientras que en 2018 sólo se compraron 33, aseguró en entrevista con La Razón Marx Arriaga, titular de la dependencia.

Al hacer un balance de su primer año de gestión destacó que éste es positivo, pues cierra este 2019 con 880 acervos enriquecidos en el país.

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“Lo más preocupante es la falta de libros en las bibliotecas públicas, porque una biblioteca sin libros no tiene sentido; sin duda, hacía falta una capacitación para el personal bibliotecario, pero lo que me llamaba la atención es que muchas habían quedado en desuso, porque no había acervo bibliográfico.

“¿Por qué se estaban comprando tan pocos libros en la Dirección General?, ¿por qué se conformaban con las donaciones que provenían de otras áreas administrativas del Gobierno federal?, ése era el foco rojo”, afirmó Marx Arriaga.

Resaltó que logró que los 22 millones de pesos destinados a la adquisición de libros incrementaran a casi 40 mil, provenientes de los ajustes en el manejo de los recursos asignados.

"No fue comprar por comprar, por eso se hizo un diagnóstico evaluando qué pasa en cada uno de los estados, cuáles son los libros que se requieren, eran ediciones de 80, 90, había algunos que podían conservarse, porque eran clásicos, pero tenían que llegar de reforzamiento, que integraran una biblioteca actualizada”

Marx Arriaga

Director general de Bibliotecas

“Había gastos que debíamos eliminar, algunas revistas que se editaban, había un programa editorial dentro de la dirección cuando en realidad no tendría por qué haberlo, pues no nos dedicamos a publicar; teníamos un congreso nacional que costaba cerca de tres millones de pesos todos los años; se gastaba mucho en libros digitales, lo llevamos a ejemplares físicos porque, las bibliotecas no tienen computadoras ni Internet.

“El promedio de adquisición de ejemplares era de 220 pesos por cada unidad, logramos bajar ese mismo libro hasta 125 pesos, porque en vez de ir con intermediarios hicimos estas convocatorias con las editoriales”, explicó el funcionario.

Señaló que el enriquecimiento del acervo y capacitación de bibliotecarios serán los principales objetivos para 2020, año en el que espera actualizar 25 por ciento de las bibliotecas públicas que existen en el país, al llegar a mil 900. Además de trabajar en una estrategia de fomento a la lectura.

Pese a que para el próximo año el presupuesto de la Dirección General de Bibliotecas es menor al de 2019, pues pasará de 249 millones 433 mil 274 pesos a 31 millones 444 mil 960; y, a que la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, en septiembre pasado declaró que se requería 20 por ciento más, Marx Arriaga dijo que el tema de los recursos no le preocupa.

“Yo estoy convencido en la cuestión de la Austeridad Republicana, creo que lo que debemos hacer es más con el presupuesto que tenemos. Sí me encantaría que subiera 20 por ciento (el presupuesto), pero creo que todavía hay, dentro del presupuesto asignado, manera de hacer lo óptimo y subir de ese medio millón de libros a un poco más. Sé que la secretaria (Alejandra Frausto) está interesada en las bibliotecas públicas, pero, al final, tenemos que atenernos, no me preocupa mucho la reducción, creo que vamos a lograr las metas”, expresó el directivo.

“De los 22 millones de pesos etiquetados para la compra de acervo, logramos subir un poco, casi a 40 millones quitando de otras áreas como el gasto que se hacía por recursos de honorarios, más lo del congreso, el programa editorial, el gasto en revistas”

Añadió que en menos de cuatro años prevé tener una reactivación de la red nacional de bibliotecas; que haya nuevos recintos; y acervos, con al menos 400 libros actualizados en cada uno de los recintos.

Respecto a los desacuerdos que en el inicio de su gestión tuvo con empleados, señaló que “la rispidez fue más con los líderes que con los trabajadores”.

VA POR REFORMA DE LEY. Para garantizar el mantenimiento continuo para las bibliotecas, otra de las grandes apuestas de Marx Arriaga es impulsar una reforma a la Ley General de Bibliotecas para obligar a presidentes, gobernadores y alcaldes a destinar recursos a estos recintos.

“Se requieren varias cosas, que la biblioteca pública sea considerada como una inversión social, que no sea sólo una cuestión de voluntades de presidentes, de alcaldes, de gobernadores, o de secretarios que digan ‘tengo una relación cercana con el libro y voy a impulsar programas’, no, estás obligado a darle presupuesto a las bibliotecas para mantenerse en pie; que se señale cuál es la función de los bibliotecarios, que tengan una salario digno, pues hemos registrado pagas bajísimas, de cerca de mil al mes de jornadas de ocho horas al día; que tengan una capacitación continua”, detalló. Además, explicó que es necesario que se estipule la realización de un catálogo público.

“Que se le obligue a la Dirección General de Bibliotecas a tenerlo, porque si vamos a trabajar en red, a dar un servicio a la población, se debe saber qué libros hay en cada biblioteca”, abundó Marx Arriaga. Con la reforma también se formalizaría la unificación de la Biblioteca de México y la Vasconcelos.

Marx Arriaga

Estudios: Doctor en Filología Hispánica por la Universidad Complutense Galardones: Premio Estatal de Ciencia, Tecnología e Innovación Chihuahua

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