Mafalda me cambió la vida: Daniel Divinsky

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En 2015, Daniel Divinsky, el mítico editor de Mafalda, dejó Ediciones de la Flor, que arropó al clásico personaje del caricaturista Quino, en los años 70. De visita en México, el también abogado confesó extrañar su antigua labor, pues cuando le propusieron publicar la historieta en su pequeña editorial, “eso cambió mi vida para siempre”.

“La hecho de menos principalmente cuando veo un libro que fue publicado por una editorial muy pequeña; pienso que me gustaría haberlo trabajado”, afirmó en entrevista con La Razón.

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Recordó que a partir de que comenzó a publicar Mafalda, la editorial se profesionalizó, al pasar de un título cada dos meses, con una impresión de máximo tres ejemplares, a lanzar “un monstruo que, aunque salía cada semestre, tenía un tiraje de 200 mil. Eso hizo que lo que inició como una aventura de aficionados se tornara en algo serio”, apuntó.

En México existe la leyenda de que a Mafalda la mató un camión de sopa, cuestión que Divinsky desmintió: “Quino decidió terminarla por consejo de un viejo humorista: si tapabas el último cuadro y ya sabías qué se iba a decir, había que dejar de hacerla porque estabas repitiendo la receta. Además, él adora la sopa, le gusta muchísimo”, detalló.

"Trabajar Mafalda fue puro placer, porque no había nada que corregir; lo que sí fue complicado era Quino, quien era un obsesivo; se empeñaba en que el remate de cada chiste tuviera que ver con el comienzo del siguiente. Discutir con el color de las portadas era una tarea de meses”

No obstante, señaló que este alimento posee un simbolismo más profundo de lo que aparenta  a simple vista: “se trata de una alegoría de lo impuesto por la fuerza, cuando eres niño o ciudadano; y en la tira no es comida, sino la representación de todo lo que te obligan a hacer”.

Por esta razón, cada vez que Divinsky tiene una charla con niños sobre la historieta, les aclara que la sopa no tiene nada de malo, simplemente que deben dejar que los obliguen a consumirla.

Cada vez que charla con las nuevas generaciones sobre la obra de su amigo Quino, le impresiona que a los jóvenes actuales aún les genere interés.

“Además me sorprende que los chicos de hoy todavía se interesen en una tira en la que la tele aparece al final, no hay celulares ni Internet y el estilo familiar no corresponde al de hoy, pero los sigue divirtiendo.

“No sé a qué se debe, pero me alegra mucho que pase. Para mí, el que se haya convertido en un icono mundial es un misterio que los sociólogos deberían revelar; como la uruguaya Isabella Cosse, quien publicó con Siglo XXI un estudio muy bueno que se llama Mafalda: historia social y política; creo que da en el clavo: el personaje refleja el sentido común de las clases medias de toda hispanoamérica”, destacó el abogado, quien cambió de profesión porque la “ejercía con disgusto”.

“No me gusta el conflicto y ser abogado es vivir del conflicto”. Tras inscribirse a un curso en la Universidad de Buenos Aires, la dictadura “sacó a garrotazos” a los profesores, por lo que decidió abrir una librería.

Divinsky, de 78 años, es asesor honorario, sin retribución alguna, del director de la filial del Fondo de Cultura Económica en Argentina. “Fue de pura palabra, tomando un café durante el Congreso de la Lengua Española en Córdoba. Me sentí muy honrado”, señaló.  Su función en la institución que “está en un pequeño intermedio, derivado de cortes presupuestarios”, remarcó, es “ver cómo se sobrevive con los fondos que hay”.

Daniel Divinsky

Editor y abogado

Nacimiento: 1942 en Buenos Aires, Argentina

Distinciones: Premio Arnaldo Orfila Reynal (1997) y Premio Clarín de Reconocimiento a la Trayectoria (2011), entre otros.

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