Alberto Ruy Sánchez evoca la naturaleza migrante de las jacarandas

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Foto: larazondemexico

En Japón existe la tradición del Hanami, en la que cada primavera las personas salen a contemplar cómo florecen los cerezos; el literato Alberto Ruy Sánchez asegura que si algo similar existiera en México con las jacarandas, “seríamos ciudadanos ejemplares, porque verlas y darles el valor al admirarlas implica también cuidarlas”.

El director de la revista Artes de México presenta hoy en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, Dicen las jacarandas (Era, 2019), poemario dividido en seis partes y dedicado a los majestuosos árboles púrpura que los japoneses Tatsugoro y Sanshiro Matsumoto trajeron del Amazonas a tierra azteca a inicios del siglo XX; plantas de las que destaca su cualidad de migrante y mestiza.

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“Contemplar la belleza de la flor de las jacarandas es algo que no se detiene, porque despierta la reflexión de varias dimensiones de la vida: una de ellas es que se trata de una planta migrante y eso te lleva inmediatamente a la intolerancia de toda la gente que las rechaza y a quienes llegan al país, por ser de otro lado: siempre van a ser atacadas por nacionalistas que van a decir que únicamente hay que tener plantas endémicas y eso te remite al rechazo hacia los indocumentados y a quien no se considera completamente mexicano”, señaló Ruy Sánchez, en entrevista con La Razón.

Otro motivo por el que las jacarandas son rechazadas, resaltó el poeta, es porque la gente dice que ensucian la ciudad, “y si juntas estas dimensiones de la convivencia, la suciedad y el cuidado, pues también se quejan de que rompen las banquetas, cuando en realidad es que hay una gran ignorancia de cómo plantarlas y podarlas”.

"Las jacarandas son mestizas, son brasileñas, mexicanas y japonesas, y eso nos obliga a pensar en el tema de la migración que debería de tener más apertura, con una búsqueda y convivencia”

Alberto Ruy Sánchez

Escritor

A lo largo de 92 páginas, los versos de Ruy Sánchez celebran a estos árboles en su belleza efímera, en su florecimiento, en su ausencia, sus aforismos, en su dimensión erótica y reflexionan su pertenencia pública y la privada.

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“Es pensarlos como una metáfora de la vida interior y como la condicionante de lo que yo soy por dentro; como escribo en el libro: ‘una calle de jacarandas es como un noviazgo en besos’”, expresó el autor de En los labios del agua.

También la aborda desde su dimensión mitológica: “la comparo con

el Centauro, pues para convertirla en palabras tienes que pensarla como un ser distinto,

casi de leyenda: es una

flor rara, sus pétalos no se abren sino que forman una especie de copa; pero yo trato de comprenderla como un relato de alguien que nos va a dar la historia del origen de lo que somos.

“México está lleno de plantas que son cultura, muchas veces valoradas desde el punto de vista de la cosmogonía como el maguey, que es parte importante en las mitologías prehispánicas, al igual que el nopal y el chile. De alguna manera, la apertura para pensar en la naturaleza como cultura me ayuda a pensar las jacarandas”, abundó el escritor.

Asimismo, Ruy Sánchez piensa a esta planta desde la mirada de cinco intelectuales, como Alberto Blanco, Robert Frost y Hermann Hesse, quienes han reflexionado acerca de su naturaleza y lo que ésta ha enseñado a la humanidad.

“Fui juntando todo lo que mis amigos y la gente que me escribía por Twitter, y lo que he leído de las jacarandas. Si,

todo lo demás es una composición musical con instrumentos, una obertura y desarrollo; el final retoma los temas que están presentes en toda la obra, muchas veces implícitos, para ponernos de manera explícita”, indicó.

PROYECTOS PARALELOS. El también autor de Quinteto de Morgador adelantó que entre sus planes próximos, además de hacer una antología visual de las jacarandas que “se han vuelto una obsesión”, está trabajando una novela “que continúa el ciclo entre las relaciones del poder autoritario y las artes, y es la historia de una gran poeta rusa”.

También prepara una novela breve respecto al cineasta Serguéi Eisenstein. “Además tengo un poemario casi terminado de un sitio arqueológico que hay en la India y que se llama khajuraho, que tiene un Kamasutra de piedra, son 26 templos en los cuales están esculpidos todo el Kamasutra, es un libro erótico, desde el punto de vista de la concepción del erotismo en la India”, detalló.

Labora en un proyecto de poesía sobre gatos. ”Esto es lo que cada semana estoy trabajando. Y además también estoy preparando un libro de ensayos sobre el mundo árabe, es una reflexión respecto a mis otros libros, pero de la presencia del árabe en la cultura mexicana”.

jmg

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