Fue el pasado 4 de diciembre cuando el sacerdote Ernesto Cardenal, uno de los poetas más importantes de Latinoamérica visitó México por última vez. Se le veía alegre y con su característico espíritu de lucha declaró que era un perseguido político del régimen sandinista Daniel Ortega.
Un homenaje que se le rindió la Secretaría de Relaciones Exteriores era el motivo por el cual el poeta se encontraba en tierras mexicanas.
Aprovechó este momento para mandar un mensaje de apoyo a su natal Nicaragua y de manera categórica expresó que exigir democracia no era extremismo.
[caption id="attachment_1113079" align="alignnone" width="1920"] Foto: Cuartoscuro[/caption]
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Estaba por cumplir 95 años y con reconocimientos como el Reina Sofía de Poesía Iberomericana y el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda mostró humildad ante el tributo que le dedicaba el gobierno mexicano, pues dijo que consideraba que no merecía ese homenaje: “yo no soy autor de una gran poesía. Yo como autor de ella sé por qué lo digo”, declaró.
El canciller mexicano Marcelo Ebrard destacó la congruencia, integridad y obra de Cardenal, “por todo lo que significas para el futuro de América Latina y el Caribe”, expresó.
Al día siguiente en el Centro Cultural Bella Época presentó su más reciente libro Canto a México y leyó un poema sobre Nezahualcóyotl, incluido en este poemario.
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Ernesto Cardenal, quien también fue una figura clave en la Teología de la Liberación, con su obra Cántico Cósmico, consideraba que creó un nuevo estilo poético, pues señalaba que era uno de los únicos poetas en escribir sobre ciencia.
En 2012, cuando fue acreedor del Premio Reina Sofía de Poesía, el jurado destacó de su amplia variedad de registro con una poesía de hondo compromiso social, así como de temática religiosa fuerte, que marca toda una época en la poesía iberoamericana del siglo XX.
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