PERFECTUS MAGICAE

Foto: larazondemexico

Dicen que la magia no existe, Arthur C. Clarke escribió que “cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia”, ergo, cada vez que hablo de magia todos creen que tengo un aparato inteligente metido dentro de la manga o unos cables tan delgados que nadie los ve. Nadie piensa que la magia sea real pero, nunca pensarlo que podríamos buscar justamente eso, hacerlo al revés, conseguir que la magia se pueda esconder entre avances tecnológicos hasta hacerla indistinguible.

Piensen un poco, la magia siempre ha estado en nuestras vidas, tienen todos, absolutamente todos los datos en las civilizaciones antiguas, claro, en esos tiempos éramos más cercanos a dioses que a hombres y caminábamos con una soberbia que casi nos cuesta la desaparición.

La verdad es y será siempre la verdad y, no obstante, si nadie conoce la verdad, la mentira puede tomar su lugar y será la verdad pues no habrá nadie para debatirla.

Mientras la criba Darwiniana se daba, algunos miembros de la especie nos especializamos en el control de ciertos cuestiones necesarias para la supervivencia. ¡Perfecto! Saben de lo que hablo, sí, hubo cinco líneas de sangre que tenían una afinidad para el control del agua, fuego, tierra, aire y espíritu.

Por supuesto que suena a videojuego, llevamos décadas escribiéndolo, narrándolo y si he de ser sincero, los primeros son mucho más útiles para el posicionamiento del conocimiento.

No me interrumpas, permite que siga. Las líneas de sangre obviamente se convirtieron en linajes y todos necesitaban de nosotros, nos cumplían hasta la más mínima exigencia pero, también nos tenían de sol a sol trabajando que riego para la cosecha, el mago de agua tenía que invitar al desbordamiento de los ríos o conjurar nubes de lluvia; querían fuego, y el piromante prendía fuegos comunitarios o contenía incendios forestales; tierra fértil, barro, frutos, hierbas y ahí tenias al verde hablándole a las plantas porque era su trabajo; refrescarse, evitar congelarse, navegar o llevarse los fétidos olores de la temporada de calor y ahí tenías al hechicero del viento pidiéndole a las cuatro tempestades que le prestaran su fuerza; los de espíritu teníamos la función de ecualizador, aplacábamos seres invocados por energías negativas como la ira, vergüenza o envidia, era tan complicado desaparecerlos que preferíamos trabajar con las personas antes de que los invocaran con su falta de control emocional.

En fin, éramos lo que éramos pero también somos humanos así que se nos subió a la cabeza y el fuego era mejor que el aire y este que el agua, la tierra no funcionaba sin la anterior y todos estaban imbuidos de espíritu así que este era el mejor... ya saben el resto, bienvenido el politeísmo, el rézame a mí, no, a mí y las tribus pelearon por todo y no obstante, en las cinco tribus se seguían necesitando a los cinco pero, dependiendo en cual estuvieras era como te trataban, en la tribu de fuego los magos de agua eran esclavos pero los de viento eran aliados mientras los de espíritu y tierra eran un mal necesario apenas tolerado, en otras palabras traíamos una cuestión de ego monumental y si con las pequeñas emociones el mundo era un caos de seres invocados, imaginen uno de egos desbordados y cargados de magia. ¿Recuerdan a los Vicoris? Muchos siglos antes de la guerra entre Lemuria y Atlántida ¿no? Bueno, a eso me refiero, si sobrevivió la raza humana fue porque nos mataron hasta casi la extinción.

Y para sobrevivir dejamos de tener pureza elemental. Sí hombre sí, nos reprodujimos entre todos y no, un mago de agua y uno de fuego no tienen un bebé de vapor, a veces una línea era más fuerte que otra y entonces el niño era educado dependiendo de cual era su potencial pero eran apenas la sombra de lo que fuimos, de convocar un muro de fuego, a apenas encender una pequeña llama, de una tormenta a apenas condensar unas gotas para mojar los resecos labios, de hacer crecer un árbol frutal en instantes a tener buena mano para sembrar una semilla. Apenas... éramos.

Nos dimos cuenta que podíamos ser un poco más fuertes si no iniciábamos, claro que lo que ahora parece obvio, nos costó centurias pero lo conseguimos ya habíamos aprendido que no era crear desde cero sino manipular lo creado, influimos en los líderes de las civilizaciones antiguas, usábamos lo que sabíamos, el poder que teníamos para hacer crecer sus pueblos, esta vez no peleamos entre nosotros, solo fuimos adaptándonos al crecimiento y caída de la egipcia a la griega, a la romana, vikinga, olmeca, azteca, inca.

Y luego fuimos descuidados, la Edad Media nos destrozó, la inquisición nos cazó, huimos y nos siguieron, hasta que nos ocultamos en el mejor lugar... a la vista de todos.

Éramos pocos así que tuvimos que iniciar la revolución industrial desde un solo lugar pero luego nos repartimos por el planeta para lograr un mayor impacto, desde encendedores, fertilizantes, farmacéuticas, hasta dispositivos inteligentes, todo tiene que ver con lo mismo.

Pero, te preguntarás de que se trata esto y porque te lo estoy contando, bueno, hemos estado buscando fortalecer los linajes y tuvimos que, primero descifrar nuestro código genético para seguir las líneas, una vez que discernimos, buscamos el mejor emparejamiento, luego el fortalecimiento y el diseño de todo esto empezó justo antes de la Primera Guerra Mundial y el haber usado legos nos causó la segunda y su malentendida pureza racial, que existan las líneas no significa que seamos una raza distinta, al contrario, estamos tan entremezclados que todos nos hermanamos, no obstante, algunos tienen más afinidad hacia algo, al aire, al agua, a la tierra, al fuego o al espíritu.

No, no te espantes, no pretendemos dominar, conquistar, influir o tomar posesión de lo que podría ser nuestro derecho. Nuestro trabajo ha sido largo, difícil y nos hemos arrepentido de nuestra historia alterna, por eso nos escondimos entre la ciencia pues es el equilibrio perfecto y ahora nuestros más grandes magos de espíritu nos harán el más grande psicoanálisis para conseguir que olvidemos la magia y se convierta en lo que ahora llamamos saltos intuitivos y dejemos este tema en una cuestión anecdótica. La magia existe, es última vez que lo diremos pero como dijo uno de nuestros más grandes exponentes “cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia” y en eso estamos trabajando.

Temas: