Publica Linea nigra

Jazmina Barrera presenta una visión literaria e íntima del embarazo

Texto que oscila entre el diario, la narración y el ensayo; “estamos reconquistando espacios para que nuestras vivencias sean tomadas en cuenta”, afirma la autora a<i> La Razón</i>

La escritora, en una imagen de archivo. Foto Cortesía: Almadía

Días de encierro, de incertidumbre y espera. Pero, hay gratificaciones: descubrir la radiante escritura de Jazmina Barrera (Ciudad de México, 1988), licenciada en Letras Inglesas por la UNAM, becaria de la Fundación para las Letras Mexicanas y del Programa Jóvenes Creadores del Fonca. Recibo una invitación para entrevistarla por su libro Linea nigra (Almadía, 2020), el cual he recibido en formato PDF.

Sorpresa: inicio la lectura: no puedo parar. Desde las primeras palabras, me seduce la modulación y me embriaga la franqueza. “La espera del embarazo es un frutero. Las aplicaciones te dicen cada semana a qué fruta se parece el feto conforme crece”, confiesa la voz de una mujer que espera un bebé. ¿Diario íntimo? ¿Ensayo? ¿Apuntes dispersos? ¿Crónica? ¿Narración? ¿Informe? ¿Bitácora? ¿Colección de fragmentos? ¿Hoja de ruta? Jazmina Barrera relata su experiencia de la preñez, parto y lactancia a través de las mutaciones de su cuerpo.

Confieso que he leído un texto penetrante, tierno, seductor, femenino, piadoso, inaplazable y, a la vez, de total naturalidad sobre los avatares de la concepción. Recuerdo dos o tres títulos sobre el tema: La maternidad y el encuentro con la propia sombra, de Laura Gutman; El nudo materno, de Jane Lazarre; o Las manos de la madre, de Massimo Recalcati. Pero, ninguno como Linea nigra: lúcido y enternecedor sumario de la formación de un ser. Lecturas contiguas al proceso de gestación y referencias de Rosario Castellanos, Mary Shelley, Frida Kahlo, Tina Modotti, Virginia Woolf, Luz Jiménez, Simone de Beauvoir, Alice Munro, Ursula K. Le Guin o Margaret Atwood. Escritura que sucede mientras crece adentro una vida.

“Todo empezó como un diario íntimo de mi embarazo. La maternidad me llevó a un repaso personal del concepto hija. Me parece que en el libro está presente, de manera paralela, ‘mi historia con mi madre’: el olvido borra esos primeros años de proximidad con la madre. Yo quería rescatarlos. Sí, es un texto sobre la maternidad; pero me interesaba, más que todo, la concurrencia y la mutación de los cuerpos: el de mi abuela, de mi madre, el mío y el de mi hijo”, explicó en entrevista con La Razón.

Quise interpelar y proclamar el derecho al conocimiento del cuerpo y asimismo el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos”
Jazmina Barrera, Escritora

¿Un texto híbrido que empalma los acentos del diario, la crónica, el ensayo y la narración? Asumo la escritura sin tomar en cuenta a los géneros. La escritura como un acto de libertad creativa. Ya lo dije: todo libro es un ensayo en el sentido de algo que se va rehaciendo, formando, componiendo, concertando. Cualquier intento de narración se convierte en ficción, en invención. Quizás mi escritura está cercana a lo que se conceptualiza como ‘ensayo’, pero no me interesa mucho la categorización.

¿Primera impresión cuando supo que estaba embarazada? Me sentí muy asustada en un empalme de miedo y vulnerabilidad. Sabía que no estaba enferma, aunque el embarazo tiene índices similares a los de una enfermedad.

¿Qué es para usted la maternidad? Lo he dicho: hay tantas maternidades como madres hay. La defino en una perspectiva infinita, de cruces imprevistos: el acto que da origen a la vida. Una experiencia irrepetible y personal. Soy opuesta a la idea de una maternidad romántica, virginal y abnegada. Veo al alumbramiento como un acto heroico, de dolor y ansiedad en convergencia con la felicidad de ser protagonista de haber traído a un ser humano al mundo.

¿Una intersección de la experiencia de la maternidad con la literatura y el arte? Y también con la historia y la ciencia. Es cierto: todo acto personal es “político”, lema insignia feminista, el cual comparto. Me apropio y cito a un coro de autoras y creadoras para contrastar, busca posibles identificaciones y empatías que sustenten mi experiencia.

¿El cuerpo femenino como centro temático? Quise interpelar y proclamar el derecho al conocimiento del cuerpo y asimismo el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos.

¿Rescate de un ‘imaginario femenino’ desdeñado? Las escritoras estamos reconquistando espacios para que nuestras vivencias, silenciadas durante mucho tiempo, sean tomadas en cuenta. Decimos sin tapujos ni recatos aquello que nos incumbe. Me satisface la acogida que ha tenido Linea nigra entre muchos varones. Falta mucho por hacer.

  • El dato: Con su libro de ensayos Cuerpo extraño/Foreign Body ganó el premio Latin American Voices 2013, el cual se publicó ese mismo año en la editorial Literal Publishing.

Linea Nigra

Por Jazmina Barrera

La espera del embarazo es un frutero. Las aplicaciones te dicen cada semana a qué fruta se parece el feto conforme crece. Son extranjeras, no toman en cuenta la variedad de frutas que hay en México, los muchos tamaños diferentes que existen de mangos y aguacates. Alejandro dice que las mandarinas mexicanas son del tamaño de las naranjas chilenas y que las mandarinas chilenas son del tamaño de un limón mexicano. Además, lo que yo llamo limón a secas él lo llama limón de pica, y lo que él llama limón a secas yo lo llamo limón amarillo.

Fuimos hace algunos días a un ultrasonido y escuchamos su corazón. La enfermera dijo que latía muy fuerte. Es del tamaño de un arándano y gran parte de su cuerpo es un corazón que late. Está difícil no encariñarse con un ser del tamaño de un arándano que tiene un corazón, que es casi por completo un corazón que late fuerte.

Linea Nigra

Fragmento del libro.

  • Autora: Jazmina Barrera
  • Género: Ensayo narrativo
  • Editorial: Almadía, 2020
Temas: