Dos fragmentos del Mural efímero, de José Luis Cuevas, pieza clave de la Generación de la Ruptura y que el creador expuso un mes en la azotea de un edificio de la Zona Rosa, en 1967, salen a puja el próximo 18 de junio. La obra es una crítica a los deseos de permanencia eterna del arte institucionalizado.
Ambas partes integran el lote 33 de la Subasta de Arte Latinoamericano, que organiza la casa Morton, y poseen un valor inicial de entre 1.5 y dos millones de pesos. La obra original constaba de cuatro módulos.
Constanza Infante, valuadora de la Subasta de Arte Latinoamericano, detalló en conferencia que los fragmentos fueron expuestos en algún momento (no se conoce la fecha) en el Museo Reina Sofía y que actualmente pertenecen a un coleccionista privado, quien hace dos años contactó a Morton para negociar las piezas. “Lo que sabemos, por lo que nos compartió el propietario, es que, el propio Cuevas se los regaló a Jacobo Zabludovsky, quien fue un gran impulsor del suceso.
“Estos dos fragmentos permanecieron en la colección del periodista algunos años y después fueron adquiridos por su propietario actual”, agregó la valuadora, quien explicó que los módulos en puja muestran autorretratos del artista: en uno aparece moviendo la mano, mientras que en el otro se representó sosteniendo un balón de futbol americano.
Infante señaló que las piezas no cuentan con ningún proceso de restauración ya que “no la necesitan: justamente por la naturaleza de la obra consideramos que no era requerido intervenirla, ya que sus detalles son la evidencia del paso del tiempo; es un mural efímero y tiene que tener huellas de éste, que sean un testimonio de los cambios y épocas que ha vivido”.
Sofía Duarte, gerente del Departamento de Arte Latinoamericano de Morton, dijo que esperan que con la aparición en la escena pública de estos fragmentos se logre descubrir qué ocurrió con el resto del mural.
UN DÍA INOLVIDABLE. Fue el 8 de junio de 1967 cuando José Luis Cuevas inauguró su Mural efímero, en un inmueble ubicado en la esquina de Génova y Londres, en la Zona Rosa; se trató de un hecho que conmocionó a la comunidad intelectual y al público general.
“Fue de las primeras obras en ser presentadas como un happening; mucha gente acudió a la develación y fue muy polémica en el círculo artístico, porque algunos lo veían como un cambio en los tiempos, mientras que otros, entre ellos muchos periodistas, atacaron el suceso. Por ello la obra marcó la historia del arte del país“, apuntó.
Respecto a la creación de la obra, Infante detalló que a Cuevas le llegó la idea tras la inauguración de su exposición The World of José Luis Cuevas, en Nueva York.
“Estaba tan emocionado que cuando regresó a su hotel le dio insomnio; prendió la tele y vio Born Yesterday, comedia cuya protagonista paga un espectacular con su foto para volverse famosa. Eso le dio la idea de una pieza que todos pudieran ver”.
Además, surge como una confrontación a David Alfaro Siqueiros, quien durante una entrevista respecto a los murales que hacía para el Polyforum Siqueiros, señaló que los materiales que estaba usando harían eternas sus obras; “eso le parece soberbio a Cuevas, por lo que decide que su creación sea efímera”.
- El dato: Cuevas planeaba montar el mural originalmente en Nueva York; fue Jacobo Zabludovsky quien le sugirió que contactara a la empresa dueña del inmueble donde lo instaló.