Hace ocho años la fallida restauración del Ecce Homo de Borja a cargo de Cecilia Giménez dio la vuelta al mundo y ahora una de las famosas Inmaculadas de Esteban Murillo quedó desfigurada, tras unos trabajos de conservación.
Un coleccionista particular de València, encargó por unos mil 200 euros a un restaurador de muebles realizar labores de conservación de algunas piezas, entre ellas una Inmaculada de Murillo; sin embargo, el rostro de la pintura quedó desfigurado como el Ecce Homo de Borja.
De acuerdo con el diario La Vanguardia, el coleccionista se puso en contacto con otro especialista, sí formado para esta labor, para intentar rehabilitar la obra.
La vicepresidenta de Relaciones Internas y coordinadora de la Asociación Profesional de Conservadores Restauradores de España (ACRE), María Borja, señaló que este tipo de descuidos “desgraciadamente mucho más frecuentes de lo que se piensa".
Sólo conocemos los casos que la sociedad denuncia a través de prensa o redes sociales, pero hay multitud de situaciones donde las obras son intervenidas por personas que no tienen formación. Las obras sufren este tipo de intervenciones no-profesionales, pudiendo, provocar un cambio irreversible, criticó.
La especialista lamentó que la profesión del conservador restaurador no esté regulada en España.
“Ley de Patrimonio Valenciano no obliga ni recomienda específicamente que las intervenciones sean ejecutadas por profesionales formados en conservación-restauración. Esta carencia legislativa conlleva a las intervenciones desastrosas que de vez en cuando nos llegan, sobre todo saltan las alarmas cuando se trata de tallas románicas o imágenes renacentistas de gran valor”, refirió.
ntb