Su afición inició con The Leyend of Zelda

Lucha contra los prejuicios hacia los videojuegos

Rodrigo Diez publica el libro Ficciones lúdicas; los define como un medio de expresión más allá de “picar botones”

El gamer, en una imagen de archivo.
El gamer, en una imagen de archivo. Foto: Especial

El escritor Rodrigo Diez afirma que pertenece a una de las generaciones primigenias de gamers, pues la primera consola que utilizó fue una de las Atari originales, lanzadas entre 1975 y 1982. Sin embargo, asegura que su afición hacia los videojuegos inició con The Leyend of Zelda (1986), “pues con éste me topé con algo que no había visto antes: una historia; fue mi puerta de entrada a la literatura”.

Por ello, en Ficciones Lúdicas (Dharma Books, 2020) el también abogado ofrece al lector una colección de ensayos con los que busca reflexionar acerca de la experiencia de jugar videojuegos y la manera en que éstos se han convertido en un medio de expresión humana más allá de “comer bolitas y picar botones”, para que así los lectores eliminen los prejuicios y estereotipos que se tienen de ellos.

“Obviamente soy un aficionado a los videojuegos; ideé este libro porque me parece que son un medio expresivo muy interesante, pero que no es entendido del todo por gran parte de la gente, pues aún se tiene la idea de que son para niños y que hacen agresivas y adictas a las personas, entre otras cosas.

“Estos textos los abordan como una experiencia, tocan sus características y las diferencias que tienen con disciplinas como la literatura y el cine, y la manera en que ‘vivimos’ dentro de estos mundos virtuales”, apuntó Diez a La Razón.

El abogado comentó que, pese al nivel de sofisticación técnica, artística y narrativa que los videojuegos han alcanzado, parte de la población, “en especial la generación de mis papás”, continúa viéndolos con malos ojos, pues tiene la idea de que éstos no son más que un mero entretenimiento mecánico y que su uso puede tener efectos negativos en los usuarios, como inducirlos a provocar matanzas y crímenes.

“El mayor ejemplo de ello es Grand Theft Auto, cuya historia está repleta de polémicas. Lo cierto es que no existe ningún estudio serio que establezca una relación de causalidad entre crímenes y los videojuegos, pero mucha gente los usa como el chivo expiatorio perfecto, en vez de abordar la problemática social compleja en sí, como la violencia de armas en Estados Unidos. Lo mismo pasó cuando le echaron la culpa a Marilyn Manson de la masacre de Columbine… Son un medio de expresión contemporáneo y eso a cierta generación le cuesta mucho entender”, externó.

Asimismo, remarcó que un elemento que los detractores de los videojuegos suelen desconocer es la magnitud económica que éstos poseen como industria: de acuerdo con Business Insider, en 2018 este sector generó 119.6 billones de dólares. Inclusive ya supera al cine: la Entertainment Software Association informó que en Estados Unidos, en 2016, las taquillas acumularon 11.6 billones de dólares, mientras que las ventas de videojuegos ascendieron a 30.4 bdd.

“Los videojuegos generan miles de empleos y logran cifras estratosféricas. Aun así, sigo viendo a niños que cuando le dicen a sus padres que quieren estudiar programación o diseño de éstos, los ven peor que si fueran los bateristas de la banda de rock su colonia”, lamentó.

“Por eso Ficciones lúdicas es una invitación para el público en general a dejar sus prejuicios y para que se adentren a estos mundos virtuales”, finalizó.

Ficciones Lúdicas
Ficciones Lúdicas
  • Autor: Rodrigo Diez
  • Género: Ensayo
  • Editorial: Dharma Books
  • Año: 2020