El 20 de julio de 1923 fue atacado en Parral

Pancho Villa, un personaje claroscuro a 97 años de su asesinato

El Centauro del Norte fue ejecutado mientras viajaba a una reunión con unos amigos; crónicas de la época reportan que recibió entre cinco y 13 balazos

El Centauro del Norte en una fotografía de archivo.

“Con un balazo en la frente y dos en el corazón, sucumbió ayer Francisco Villa”, “La trágica muerte de Villa” y “Fco. Villa fue asesinado”, así informó la prensa acerca del fallecimiento del Centauro del Norte, acaecido el 20 de julio de 1923.

Con ello nació la leyenda que hoy perdura del caudillo que es celebrado por ser el único mexicano que invadió el territorio estadounidense, cuando con 600 soldados de la División del Norte atacó el pueblo de Columbus, Nuevo México, en 1916.

Cuando fue ejecutado había abandonado su hacienda de Canutillo, en Durango, para asistir al Parral a una junta con unos amigos. Iba a bordo de un automóvil Dodge en compañía de su secretario Miguel S. Trillo y cinco personas, cuando fue atacado desde el interior de una casa, lo cual impidió que escoltas reaccionaran a la agresión, de acuerdo con crónicas de la época.

El Siglo de Torreón así informó del asesinato de Francisco Villa.

Reportes periodísticos señalan que los asesinos de Villa dispararon cerca de 150 balas y destrozaron los cristales del vehículo. Entre los pistoleros estaban Jesús Salas Barraza, diputado local, así como Melitón Lozoya y el general Joaquín Amaro.

Francisco Villa recibió cinco balazos —aunque hay versiones que reportan 13 balas— y tres hombres de la escolta también fueron asesinados y hubo dos heridos. Los cadáveres fueron trasladados al hotel Hidalgo, y de esta manera, las palabras que alguna vez dijo se volvieron premonitorias: “Parral me gusta hasta pa’ morirme”.

El caudillo, cuyo nombre real era José Doroteo Arango Arámbula, sabía que su antiguo enemigo, Álvaro Obregón, estaba decidido a asesinarlo, aún así decidió sólo ir con cinco escoltas, en lugar de los 50 que normalmente lo acompañaban.

Representación del asesinato de Pancho Villa en Parral, Chihuahua.

Su muerte también ha estado en medio de la polémica, pues hasta ahora se desconoce dónde está la cabeza de Villa, cuyo cadáver fue profanado y decapitado.

Se conoce que el 5 de febrero de 1926 en Parral se profanó su tumba y que con un objeto punzocortante se decapitó su cadáver. Alrededor de ello han surgido leyendas e historias; por ejemplo, que un exsenador republicano Prescott Bush, abuelo de George W. Bush mandó por la cabeza de Villa para celebrar una ceremonia de una sociedad secreta en la Universidad de Yale, una anécdota que Adolfo Arrioja Vizcaíno retoma en “La muerte de Pancho Villa y los Tratados de Bucareli”.

Hoy que se conmemora su fallecimiento, en Parral, Chihuahua se realizará de manera virtual un simulacro de la muerte del General Villa, que podrá verse por medios digitales, ya que por la pandemia de COVID-19, no fue posible hacerlo de manera presencial.

UN PERSONAJE POLÉMICO 

Villa, actualmente sigue siendo uno de las personalidades más polémicas de la historia de nuestro país, pues hay quienes lo consideran como un héroe, mientras que otros lo ven como un bandolero violento.

Alrededor de él se han creado mitos del Centauro del Norte, por ejemplo, señala el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), en “The Life and History of Francisco Villa. The Mexican Bandit”, en un panfleto redactado por un soldado estadounidense llamado Kennedy se pretende evidenciar que el luchador social era un “desalmado criminal”, quien “sin ningún remordimiento mataba, violaba y robaba a todo aquel que se le atravesara en el camino”.

Más allá de las historias, leyendas y mitos detrás de Villa, la historia demuestra que junto con Emiliano Zapata fueron personajes clave en la Revolución Mexicana.

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