Fundador de Turner

Muere Manuel Arroyo-Stephens, redescubridor de Chavela Vargas

El escritor falleció a los 75 años en Madrid; publicó libros que el régimen franquista prohibió y por rescatar del olvido joyas bibliográficas

Manuel Arroyo-Stephens, fundador de Turner, en una foto de archivo.
Manuel Arroyo-Stephens, fundador de Turner, en una foto de archivo. Especial

El redescubridor de la cantante Chavela Vargas y fundador del sello y librerías Turner, Manuel Arroyo-Stephens, falleció este domingo 16 de agosto a los 75 años en su casa de El Escorial, Madrid, acompañado por sus hijas Trilce y Elisa, a consecuencia de un cáncer, informó la editorial Turner.

“Hoy despedimos a nuestro fundador con el propósito y el orgullo de continuar manteniendo vivo su espíritu y seguir haciendo de Turner una editorial independiente, vanguardista e innovadora tal y como él la soñó”, escribió la editorial en su cuenta de Facebook.

En la España franquista, Arroyo-Stephens se caracterizó por publicar libros prohibidos por el régimen y joyas bibliográficas que habían sido olvidadas.

Otro de sus legados fue haber redescubierto a la cantante Chavela Vargas en la década de los 90, cuando su carrera estaba en declive. De México la llevó a Madrid y la ayudó a grabar un nuevo disco, el cual fue clave para relanzar a la intérprete de “Las simples cosas”.

El primer libro de su autoría que publicó Arroyo-Stephens fue “Contra los franceses”, que decidió no firmar.

Entre sus más recientes obras se encuentran "Pisando ceniza" (2015) en el que conjugó la ficción con la autobiografía; y "La muerte del espontáneo" (2019) en el que reunió varios de sus escritos y cuentos relacionados con la fiesta taurina.

Actualmente trabajaba en su último libro, en el cual reunía perfiles de algunas personalidades que se cruzaron en su camino.

Su última incursión en el oficio de la edición fue hace cinco años con “Sobre la nada y otros escritos”, en el que conjuntó varios ensayos de su amigo el poeta Mark Strand.

En los años setenta, Arroyo-Stephens publicó en Turner “La forja de un rebelde”, de Arturo Barea, y toda la obra del escritor y editor José Bergamín, con quien tuvo una gran amistad.

AG

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