Guillermo Fadanelli (Ciudad de México, 1960), ensayista, editor, columnista y narrador con más de 15 libros publicados, algunos de ellos reconocidos con diversos premios nacionales (Impac/Conarte, 1998; Narrativa Colima para Obra Publicada, 2002; Grijalbo, 2012; Mazatlán de Literatura, 2019); vale destacar que la novela Lodo fue finalista del Premio Rómulo Gallegos, 2003. Traducido al francés, alemán, portugués, hebreo, inglés, italiano y turco, el autor de El día que la vea la voy a matar es un “fiel observador del desencanto y un crítico insobornable de los vicios de la sociedad”. Figura destacada de la literatura hispanoamericana, punto de referencia ineludible dentro del panorama actual de las letras nacionales.
El hombre mal vestido (Almadía, 2020), la más reciente novela de Fadanelli cuyo protagonista, un ser desdeñado, sentimental, impedido y pesimista —morador del popular barrio de Tacubaya—, quien por su desarrapado talante levanta sospecha de ser el responsable de varios asesinatos. Esteban Arévalo o el reflejo de los aborrecimientos de una urbe y una sociedad. El narrador Blaise Rodríguez, quiere dar cuenta de los trances anímicos de un personaje concurrente y marginal. “Las personas son soledades que vagan o transitan, cogen, mean, trituran, muerden, se relacionan y crean nebulosas de palabras”, suscribe el hombre mal vestido.
“Es mi novela más reflexiva, serena, noble, donde de alguna manera hay un oficio después de tantos años en la faena. Tacubaya es uno de mis barrios preferidos, a pesar de su destrucción actual. En ese espacio ubico a un personaje que no aspira a nada, no molesta a nadie y hasta tiene un poco de vergüenza de estar vivo. Sobrio, cortés: para él ser amable es un principio que nos hace libres. ¿Será un pesimista o un escéptico? No lo sé. Es un hombre curioso que observa con ecuanimidad como el mundo se cae en pedazos”, expresó en conversación telefónica con La Razón el director editorial de Moho, Guillermo Fadanelli.
¿Novela sobre el lenguaje? Si pensamos en Foucault, Las palabras y las cosas: en ese sentido lo es. Hay una relación entre mundo y verbo de la cual no escapa esta historia. Lenguaje discurriendo en el acto de la imaginación.
¿Ensayo-novela quizás desde guiños a Enrique Vila-Matas? La preocupación central del autor español es precisamente, la escritura. Comparto esa obsesión con él. Sin embargo creo que Esteban Arévalo va más allá de lo explicable del ensayo y se convierte a los ojos del lector en una posibilidad de transgresión de la identidad, creo que le comenté a otro entrevistador lo mismo y referí un quebrantamiento del yo.
¿Empalme entre el narrador Blaise Rodríguez y Esteban Arévalo? Hay un momento en la novela que Blaise dice que es “portador de arrebatos intelectuales” y que no está a la altura de la “simplicidad de Esteban”. Los inquieres de Blaise se encaminan a saber si Esteban era o no lo que él pensaba.
¿Sombría sobriedad de un personaje salido de los entornos semiológicos de Barthes? Es enteramente un relato semiológico, no lo niego. Reitero el entramado lingüístico donde los novelistas inventamos verdades.
¿A fin de cuentas usted es Blaise Rodríguez? En todo caso él es una máscara de mí mismo. ¿Álter ego? Quise desaparecer como escritor, de ahí la dualidad Blaise-Fadanelli.
¿Música latente: beethoveniana y malheriana? Ritmos especulativos, me atrevo a decir: hilvanes exaltados arropados en sigilos. Quizás, me siento aquí más cercano a las canciones de Mahler.
El hombre mal vestido
Por Guillermo Fadanelli
¿Quieres destruir a un niño? Dale un poco de autoridad y entonces comenzará a desvariar y a perder el rumbo antes de tiempo. Se tornará antipático y comenzará a roer los huesos de sus compañeros de escuela y demás amigos sin necesidad alguna, morderá rodillas, jalará testículos, ladrará sólo para escuchar sus propios ladridos. Empezará a conocer lo sabrosa que es la carne humana cuando se mastica lentamente.
El disparate de querer convertirse alguna vez en policía se disipó cuando Esteban dejó atrás los quince años, los suéteres pulcros, el cabello perfumado y se adentró en los terrenos de su primera juventud. Así fue; Esteban creció como un árbol precoz; los músculos y la electricidad de su cerebro comenzaron a funcionar de manera diferente y la experiencia le dijo entonces que los policías, sus antiguos héroes, formaban, también, parte del copioso ejército de la maldad, de la penuria y rapiña que ha acosado a la mayoría de los seres humanos a lo largo de la historia. Le dolió percatarse de ello, recapacitar y abandonar sus sueños de niño. La utopía del uniforme marcial quedaba atrás. (...)
Fragmento del libro.
- Nació: 14 de noviembre de 1960, CDMX
- Profesión: Escritor
- Autor: Guillermo Fadanelli
- Género: Novela
- Editorial: Almadía, 2020