El artista plástico Francisco Toledo era conocido por su compromiso social, por ello en el año 2002 emprendió una batalla contra la cadena de comida rápida McDonald’s.
En aquella ocasión el oaxaqueño envió una carta a los directivos de McDonald's Corporation, en Oak Brook, Illinois, en la que expuso en tres cuartillas sus argumentos para oponerse a la instalación de uno de sus restaurantes en el Centro Histórico de Oaxaca.
Toledo aseguraba que la apertura de una sucursal de esa cadena de comida rápida en los portales de la capital causaría daños a la economía y al patrimonio cultural.
En la misiva, el artista plástico recordó que en la ciudad de Santa Fe, California, la empresa echó para atrás sus planes de instalar un restaurante en el centro histórico e insistió que para los oaxaqueños el Zócalo era un espacio "sagrado" por la presencia y convivencia de los pueblos indígenas del estado y las inversiones que se generan y reinvierten a nivel local.
"Exhortamos a ustedes a buscar un lugar fuera de nuestro Centro Histórico para ubicar su franquicia, su comprensión puede señalar un gesto de buena voluntad y sensibilidad hacia el patrimonio cultural de los pueblos, una muestra de respeto que mejorará la imagen de su empresa en México y en todo el mundo", expresó Toledo en la carta.
Para agosto de 2002, Toledo organizó una tamaliza en el Zócalo de Oaxaca a manera de protesta. "Estos sí son de a de veras y tienen ingredientes naturales", dijo el pintor en aquella ocasión.
Desde las 11 de la mañana, la gente se arremolinó en torno a unos improvisados puestos, ante el azoro de los comerciantes establecidos; y es que la amenaza de esta singular protesta, ya tenía por lo menos tres días "cocinándose", incluso, el artista, ya había tronado contra la trasnacional, al enterarse de su intento de instalar la franquicia.
En medio de las tamaleras, unas tres bandas de música, otros artistas e incluso funcionarios del gobierno, Francisco Toledo comenzó a repartir los tamales de dulce, de mole, de rajas, chepil y frijol, al tiempo que unas mujeres originarias de Tlacolula de Matamoros, repartían tejate, una bebida preparada con maíz, cacao y canela.
Al final, después de un año, ganó la batalla contra la empresa estadounidense, cuando el entonces alcalde de Oaxaca, Gabino Cué, dio a conocer que no se autorizó la instalación del restaurante.
En aquella ocasión, el mandatario explicó que la decisión se dio por el rechazo de la mayoría de los oaxaqueños, quienes en una consulta pública manifestaron su desaprobación a la apertura del McDonald's.
En su momento, la escritora Elena Poniatowska calificó a Francisco Toledo como un ser admirable, "todo lo que un intelectual del siglo XXI debería ser o aspirar a ser".
"No es sólo un pintor notabilísimo, un grabador, un escultor, un hombre culto, un lector, un coleccionista notable, es un defensor de los derechos humanos y del patrimonio cultural de México. Si Oaxaca le debe algo a alguien es precisamente a Francisco Toledo y sus obras."