Se cumple un año de su muerte

Francisco Toledo, el pintor de la revolución cultural oaxaqueña

El artista Demián Flores señala a La Razón que la mejor manera de celebrarlo es apoyando a los más vulnerables en la pandemia por Covid-19; Sabino Guisu destaca que quienes se formaron con él ven como un compromiso difundir su legado y fundar más instituciones

Francisco Toledo
Francisco Toledo Fotoarte: Luis de la Fuente, La Razón

En Oaxaca existe el dicho de que hay un antes y un después del pintor Francisco Toledo, pues fue la semilla que cosechó la promoción de la riqueza cultural que existe en la entidad. Era reacio a los homenajes y a las celebraciones; sin embargo, este 17 de julio, en el que cumpliría 80 años, creadores que fueron cercanos a él, como Sabino Guisu y Demián Flores, señalan que en este contexto de pandemia, la mejor manera de conmemorarlo es solidarizarse con los desprotegidos y seguir difundiendo su legado, y, si es posible, fundar más espacios culturales.

“La mejor manera de recordarlo y festejarlo es justo intentando construir un México distinto, con mayor conciencia social y empatía, más ahora que estamos en esta etapa complicada. Me he puesto a pensar qué estaría diciendo el maestro, seguramente tendría empatía con los sectores más vulnerables; tendría una claridad ante eso, pero también ante lo que está pasando alrededor de la pandemia, todos los recortes presupuestales a la cultura”, señaló a La Razón, el artista juchiteco Demián Flores.

El creador Sabino Guisu, quien con Toledo compartió la exposición Afelpados, coincidió en que la mejor manera de rememorar al creador nacido en la colonia Tabacalera, en la Ciudad de México, “es levantarse y seguir con su ejemplo o por lo menos leer un libro. Creo que estaría más contento de saber que los niños y que nosotros estamos siguiendo con su lucha”.

Oaxaca es un hervidero de espacios culturales, de iniciativas artísticas y todo ese mundo está tocado y animado por el espíritu y enseñanza del maestro Toledo. Si hubiera un Toledo en cada lugar, en cada estado este país, la realidad sería completamente distinta
Demián Flores, Artista plástico

Toledo fundó diversas instituciones en la entidad: la Casa de Cultura de Juchitán, en 1972; el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), en 1988, y el Taller de Arte Papel Oaxaca, en 1997, por ejemplo. Sabino Guisu destacó que “después del maestro existió una especie de Renacimiento y revolución cultural”, en el estado.

Y es que Toledo también fue reconocido a nivel internacional y ha inspirado a generaciones de pintores, a través de sus enigmáticas pinturas y esculturas en las que retrataba animales, colores y tradiciones de su amado Oaxaca. Creció en Juchitán, donde echó a volar su imaginación para crear una “zoología fantástica” de seres monstruosos y antropomorfos.

Autorretrato saludanto, 1992.
Autorretrato saludanto, 1992.

“Muchos artistas de todas las disciplinas tuvieron un acercamiento con las instituciones que el maestro fundó, que eran de acceso libre, lo cual es muy importante, porque luego hay algunas que limitan la información, necesitas muchos trámites para usar la biblioteca y aquí era un método libre de aprendizaje y de conocimiento, para retroalimentarse con toda la historia del arte”, resaltó Guisu.

Por ello, los artistas que fueron cercanos al también activista y promotor cultural ven como un compromiso crear más espacios culturales y luchar por la permanencia de los que creó el creador de Rape of Europa.

Lady Caracol llega tarde al palacio, 1991.
Lady Caracol llega tarde al palacio, 1991.

“Casi todos que vivimos en Oaxaca tuvimos contacto directo con sus instituciones; nos inculcó esa idea de arte y sociedad, estar cada vez más cerca de la gente y cada uno ha construido su lugar: yo concebí La Curtiduría”, apuntó Flores.

Guisu consideró que a Francisco Toledo le tocó forjar la parte más difícil. “Una analogía que siempre he hecho es que el maestro representa al abuelo que ara la tierra por primera vez, ésa en la que a veces no pega la cosecha, pero que en una segunda vez, llegan por fin las condiciones óptimas para que crezca la cosecha. Él nos dejó una tierra fértil para poder cosechar lo que nos enseñó.

Así como existe antes y después de Cristo en la historia de la humanidad, en Oaxaca hay un antes y un después del maestro Toledo: la aportación cultural que hizo el es incomparable, tras él existió ‘Renacimiento’ cultural
Sabino Guisu, Artista plástico

“Nos toca mantener ese legado, defenderlo y difundirlo con su mismo ejemplo: ¿imagínese que existan otros brotes de las bibliotecas que él fundó? Es un mensaje muy importante, mantener, seguir aprendiendo y, sobre todo y si es posible, multiplicar lo que él hizo”, indicó.

Toledo también fue un gran defensor de las causas sociales: casi al final de su vida se opuso a la construcción del Tren Maya, pero antes también combatió la siembra de transgénicos, marchó por los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa y emprendió una batalla contra la cadena de comida rápida McDonald’s cuando quiso instalar uno de sus restaurantes en el Centro Histórico de Oaxaca.

Gráfico
Gráfico

Por ello, hoy que Toledo llegaría a sus ocho décadas de vida y con una pandemia que enfrentar. “Sí, podemos decir que nos hace mucha falta”, concluyó con nostalgia Flores.

  • Nació: 17 de julio
  • de 1940, en Juchitán, Oaxaca
  • Murió: 5 de septiembre de 2019, en
  • Oaxaca de Juárez
  • Profesión: Artista plástico, promotor,
  • difusor cultural y activista
  • Galardones: Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Bellas Artes, en 1998; Premio Príncipe Claus 2000, Premio Anual Federico Sescosse de la UNESCO en 2003 y Premio Nobel Alternativo
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