Publica "El grafópata"

Gonzalo lizardo se “autorretrata” a través de su ensayos culturales

El zacatecano presenta una selección de sus ensayos culturales; "leemos y escribirnos para embriagarnos, para sentir otro estado de ánimo", destaca

Gonzalo Lizardo
Gonzalo Lizardo Cortesía Era

Gonzalo Lizardo define la condición de escritor como un alcoholismo funcional: “leemos y escribirnos para embriagarnos, para sentir otro estado de ánimo frente a las cosas que están pasando y adoptar una conciencia distinta; y sí, produce adicción”, El zacatecano busca dar cuenta de ello en su libro “El grafópata” (Era, 2020), con el cual, a través de una recopilación de 22 ensayos que publicó en los últimos 20 años, pretende mostrar la relación existente entre la vida y el arte.

“Cuando nos juntamos entre literatos, hay una pregunta habitual: ‘¿por qué escribimos?’; para mí es una enfermedad hereditaria y contagiosa de la que nadie se quiere curar: Juan Rulfo, aunque dejó de escribir, nunca dejó de ser un escritor, porque es una condición y mal crónico, que nos hace ver el mundo desde otra perspectiva distinta”, señaló a La Razón.

En el volumen, lanzado en ebook y que más adelante tendrá versión impresa, Lizardo aborda tópicos como la música de Bob Dylan, el filme Stalker, de Andréi Tarkovsky; la filmografía de Luis Buñuel y a los personajes femeninos de James Joyce, los cuales liga mediante la escritura a su experiencia de vida diaria.

Además, en estos textos, salidos a la luz originalmente en medios como “Letras Libres”, “Cuartoscuro”, “Dosfilos” y “Confabulario”, el también autor de “Memorias de un basilisco” remarca cuales son las obras artísticas que han sido las de mayor importancia, relevancia y profundidad a lo largo de su carrera.

“Resulta que las personas que leemos literatura tenemos una experiencia cotidiana muy ligada a lo que leemos, de tal manera en que hay una mutua influencia entre lo que consumimos y la forma en que vivimos. Cuando me di cuenta de ello le di forma al libro, el cual no es un volumen de ensayos convencionales, sino un retrato mío intelectual, pes contiene las cosas que a mí me mueven y me hicieron reflexionar”, apuntó.

Entre sus aficiones literarias, Lizardo destacó a James Joyce, “el novelista más importante del siglo XX”, Salvador Elizondo, quien lo enseñó a jugar con la literatura, y a Jorge Luis Borges, pues define la literatura del argentino como una visión del mundo laberíntica, “que es más fascinante que la eternidad misma”.

“Pero también están David Ojeda, quien fue mi maestro de vida y por quien me decidí a ser escritor, y Ramón López Velarde, quien es un paisano mío y con quien comulgo con sus ideas estéticas”, detalló.

Asimismo, confesó ser un músico frustrado que ya únicamente se conforma con ser un melómano. “Siempre quise dedicarme a la música, esa una de mis pasiones, pero ahora sólo escribo de ella. Los autores que cambiaron mi forma de ver este arte son Brian Eno, Johanna Beyer, Bob Dylan y Cri Crí”, compartió

Gonzalo Lizardo apuntó que “El grafópata” también es una invitación al público para que se adentre a la lectura, haga de ella una forma de vida, se contagie de la grafopatía y no quiera curarse de ella, pues enriquece la vida.

“La gente no debe de querer curarse de esta enfermedad, porque hace más grande la existencia. No leemos para evadir desgracias o el aburrimiento, sino más bien para preguntarnos por qué nos tocó vivir esta vida y estar en tales circunstancias. Es una patología que tenemos en nuestro ser y que nos ayuda a ver el mundo”, abundó.

Portada del libro
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