Festejan los 90 años de la escritora

¡Azúcar a Margo! celebra a Margo Glantz en la FILO 40 de Oaxaca

Con danzones y cumbias tributan a la autora mexicana Margo Glantz; la conversación fue desde sus orígenes como escritora hasta sus obsesiones

La escritora Margo Glantz, en enero pasado en su casa.
La escritora Margo Glantz, en enero pasado en su casa. Eduardo Cabrera/La Razón

“Siento que mientras tenga algo que decir escrito estoy viva, estoy viva siempre”, dijo Margo Glantz durante el homenaje que le ofreció la 40 Feria Internacional del Libro de Oaxaca (40 FILO) por su cumpleaños número 90.

La ensayista, narradora, académica, trotamundos y tuitera, que ya ha sido homenajeada durante todo el año 2020, vuelve a nuevamente para celebrar el arribo de nueve décadas de existencia. En formato virtual y acompañada por la escritora Gabriela Jáuregui, la autora de Por breve herida desplegó un diálogo en que se fueron evidenciando algunos de los más importantes episodios de su trayectoria creativa de un aval de más de 25 libros.

“Mi cuerpo es un cuerpo que poco a poco ha perdido su lozanía, su esplendor. La vitalidad la sigo manteniendo, pero para mí esa vitalidad es importante ejercerla donde siempre la he ejercido: en la lectura, en la escritura, en la conversación literaria, en el encuentro con otra gente que permite la posibilidad de crear cosas nuevas”, expresó una de las pioneras de la literatura femenina en nuestro país.

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La conversación, de la cual fue partícipe el público a través de sus comentarios y preguntas, fue desde sus orígenes como escritora hasta sus obsesiones. Al respecto, recordó que uno de sus grandes temas ha sido el cuerpo femenino y su erotismo, esto, pese a que en su juventud se consideraba a sí misma fea.

“Leía y veía que el cuerpo de las mujeres estaba colonizado por la mirada masculina. En la facultad quise cambiar la mirada del cuerpo femenino con mi propia mirada. Me fui construyendo un imaginario erótico”. Coyuntura que derivó en el libro Apariciones, donde la protagonista es una niña que abre las piernas para tocar el violonchelo.

A través de ese personaje retrata “una rebelión contra lo que para mí es un acto de opresión hacia la mujer. Uno de los problemas fundamentales en contra de las mujeres es que para ser recatadas deben cerrar las piernas. Las piernas se abren para hacer el amor, para dar a luz y tocar el chelo. Las mujeres que abrían las piernas eran las prostitutas y abrirlas era ver el sexo como algo nefando. La niña es el futuro”, abundó la académica especialista en Sor Juna Inés de la Cruz.

Violadora de las ‘buenas costumbres’, rememoró su asistencia en los años 60 a la Facultad de Filosofía y Letras, con atuendo de pantalones en vez de la correcta falda. “No podías hacer esa transgresión de usurpar el ropaje masculino me veían mal”, recordó.

Contó que cuando ingresó a la Academia Mexicana de la Lengua le exigieron ir de corbata. Me aparecí con un esmoquin y no encontré baño para mujeres, sólo para hombres. Era un escándalo que una persona que había escrito una novela como Apariciones entrara en la academia y además fuera mujer y con fama de infractora”, evocó con sorna.

Margo Glantz considera que aún hay mucho por hacer en la causa por los derechos de la mujeres: “Sigue siendo un mundo muy machista que no soporta que las mujeres estemos ganando un terreno muy grande. Esta Feria es un ejemplo del terreno que ha ganado la mujer, es muestra de que realmente una de las cosas más importantes es la presencia femenina y la organización de las mujeres al hacerla”.

Al finalizar la charla donde habló también de sus primeros libros, el autoritarismo de la literatura convencional, sus experimentaciones literarias e infancia, la 40 FILO le ofreció a Margo y al público un concierto a cargo de la Banda Azul de Oaxaca: resonó el danzón “Nereida” la “Cumbia del mole” y una adaptación del tema “Azúcar Amargo”, de Fey. Gala desde el majestuoso teatro Macedonio Alcalá: saxofones, flauta, clarinete y percusiones en un ¡Azuzar a Margo! de procelosa dulzura literaria.

AG

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