Arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) hallaron cimientos de las primeras casas de la colonia Doctores, en la Ciudad de México, los cuales revelan nuevos detalles de los orígenes de este lugar, detalló este miércoles la dependencia, a través de un comunicado.
Durante las tareas de salvamento arqueológico del INAH, con motivo de la remodelación de las avenidas Chapultepec y Doctor Río de la Loza, por parte del Gobierno capitalino, en profundidades que llegan a los 2.50 metros bajo el actual nivel de la calle, el equipo de especialistas ubicó 45 muros de cimentación, con grosores de entre 60 y 70 centímetros, hechos mayormente con piedras basálticas negras y unidos con argamasas de cal y arena, se explicó.
El arqueólogo de la Dirección de Salvamento Arqueológico (DSA) del INAH, Daniel Santos Hipólito, señaló que las acciones de salvamento iniciaron en junio pasado y se extenderán hasta enero de 2021, en un área de 4.61 kilómetros, entre la Glorieta de los Insurgentes y la avenida Balderas.
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“Incluso, frente a un predio de Río de la Loza, localizamos restos del sótano de una antigua casa. Era una bóveda de cañón corrido con techo de ladrillo, misma que podría haber sido usada para fraguar metales, ya que encontramos algunos cajetes de grafito que guardaban restos de metal en su interior”, explicó el especialista.
Si bien dentro del proyecto no se han recuperado piezas completas, en algunas calles, como las de Dinamarca, Havre y Guaymas, se detectaron concentraciones de lozas finas en proceso de manufactura, las cuales, probablemente, por acabados como el denominado ‘oro sobre blanco’, fueron elaboradas para imitar marcas de cerámicas europeas como la Petrus Regout & Co. Maastricht, de Holanda.
Otro hallazgo registrado es el relativo a los remanentes de un canal subterráneo de agua, de 1.20 cm de ancho por 1.70 cm de alto, el cual estaba tapiado con lajas de basalto y, por su ubicación, sobre avenida Chapultepec y entre las calles de Morelia y Guaymas, cerca del actual monumento a Giuseppe Garibaldi, pudo haber sido un ramal o derivación del acueducto virreinal de Chapultepec. Los arqueólogos teorizan que el canal habría podido llevar agua a un edificio civil, un templo o alguna plaza del barrio de La Romita.
Entre la avenida Chapultepec y la calle Enrico Martínez también se han encontrado concentraciones de caracoles acuáticos de la especie Helisoma orbicular y Physa sp.
También se han registrado y protegido segmentos aislados de rieles de tranvía de mediados del siglo XX, a profundidades de 10 centímetros o, incluso, en superficie.
Debido a que los cimientos históricos no se tenían reportados en la zona, el INAH recomendó a la empresa contratista encargada de las obras de infraestructura, que los vestigios queden protegidos por una geomalla y distintas capas de grava y arena, y así dar paso a las jardineras de la nueva acera.
“Estos elementos forman parte de un proceso muy particular de urbanismo de finales del siglo XIX. Nos hablan de la gente que vivió y creció aquí, por lo cual debe asegurarse su preservación”, concluyó el arqueólogo.
AG