Un bajorrelieve de un águila real, el más grande que se ha descubierto en su tipo, fue hallado en el Templo Mayor y con lo cual se revelarían secretos aún por descubrir del más importante recinto sagrado de México-Tenochtitlan, informó este lunes el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Labrado sobre tezontle rojo y con dimensiones de 1.06 metros de largo por 70 centímetros de ancho, este bajorrelieve es el de mayor tamaño dentro de un conjunto de 67 elementos similares encontrados hasta el momento en el Templo Mayor.
El sorprendente hallazgo del bajorrelieve del águila real ocurrió en un lugar muy importante: al pie del Templo Mayor y en el eje central que cruza la ‘capilla’ de Huitzilopochtli y la escultura monumental de la diosa Coyolxauhqui.
También estaba próximo al Cuauhxicalco, edificio donde, según documentos del siglo XVI, se realizaban las incineraciones rituales de los gobernantes tenochcas.
Aunque el descubrimiento de la pieza ocurrió en febrero de 2020, el INAH informó del hallazgo este 25 de enero y detalló que actualmente expertos se encuentran investigando el bajorrelieve.
“Por lo que hemos visto a través de fotografías, se trata de una pieza de muy bella factura que evidencia los grandes secretos que el Templo Mayor de México Tenochtitlan tiene aún por revelarnos…. Debido a la contingencia sanitaria, los trabajos de campo han debido posponerse, sin embargo, es claro que hay también un importante trabajo de investigación y reflexión académica que no se ha detenido”, señaló la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto.
la importancia del águila real
La pausa en los trabajos en campo que trajo consigo la pandemia de la COVID-19, permitió a los investigadores del Proyecto Templo Mayor hacer la investigación en gabinete de varios elementos, incluido el bajorrelieve. Entre otros aspectos, se estudiaron las representaciones iconográficas que existen del águila real en fuentes históricas como los códices, a fin de correlacionarlas con la escultura descubierta al pie del Templo Mayor, se detalló en el comunicado.
Una de esas representaciones, señaló el arqueólogo adscrito al PTM, Rodolfo Aguilar Tapia, está en la Lámina 50 del Códice Borgia, donde se muestra un águila real posando encima de un mezquite, árbol que surge desde una deidad descarnada.
“Lo interesante es que esta imagen es iconográficamente muy similar al bajorrelieve que encontramos en campo, en ambas representaciones las plumas rematan en forma de cuchillos sacrificiales, los cuales aluden al nombre nahua del ave: águila de obsidiana”, explicó.
Para los mexicas, dicha ave de presa tenía relación estrecha con la guerra y el sacrificio, al tiempo que era considerada como un nahual del sol y, por ende, también de su dios tutelar, Huitzilopochtli.
En las entrantes temporadas de campo del PTM, concluyó el investigador, las acciones se centrarán en terminar la exploración del piso donde se halla el bajorrelieve para buscar otros más y luego, con extremo cuidado, retirarlos temporalmente y poder indagar debajo de ellos en pos de ofrendas u otros elementos arquitectónicos. Al culminar los trabajos, el bajorrelieve se volverá a colocar donde fue encontrado.
AG