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Damien Jalet estrena “Brise-lames”, una coreografía sobre el éxodo

El reconocido creador, junto a Aimilios Arapoglou y un equipo de artistas presenta esta pieza que evoca emociones atemporales; participan bailarines de la Ópera Nacional de París

Una escena de "Brise-Iames", de Damien Jalet.
Una escena de "Brise-Iames", de Damien Jalet. Foto: Cortesía: Julien Benhamou

En el vasto océano de emociones que la humanidad tiene, somos del tamaño de lo que alcanzamos a ver. Es por eso que “Brise-lames”, de Damien Jalet, Aimilios Arapoglou y un equipo de artistas, evoca emociones atemporales con el hipnótico fluir, olas recién formadas conectando con lo más esencial del movimiento en la tierra.

Cualquier ángulo que tomen los siempre curiosos nautas del axis y la gravedad, Damien Jalet & Aimilios Arapoglou, nos permiten cruzar a un mundo de brillante profundidad, que transporta a cada ser a bailar en un mar de luz vibrante. Podría ser obvio pensar que cortar el espacio con luz sólo se puede hacer en medio de total oscuridad, es así como la provocación del artista visual JR revela las siluetas de los bailarines, dirigiendo la atención por oposición, guiando a donde quiere que vea la mente.

La colaboración entre el diseño de iluminación por Fabiola Piccoli junto con el vestuario y la coreografía, se magnifica por la increíble selección de bailarines de la Ópera Nacional de París, quienes comprometen cada respiro a transmitir la música de Koki Nakano, cuyo vibrante eco, toca en vivo al proscenio del escenario.

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Durante esta obra las emociones fluyen, mientras la imagen final nos da perspectiva de la inmensidad, enunciando la representación de migrantes y refugiados cruzando a mar abierto. La vulnerabilidad de un desplazamiento en extremas condiciones que pone a prueba la capacidad máxima de paciencia, compartiendo una actitud vital para conseguir un objetivo común.

Los intérpretes se conectan orgánicamente en el escenario, el engranaje es entre ellos y afortunadamente ante la cámara también. Mientras, la música deja caer un pulso constante, lleva todos los sentidos simultáneamente junto a la melodía. Es visible la íntima proxemia que tienen, ante el esfuerzo de reventar la superficie de las olas, se expresa en suspiros por el esfuerzo físico recurrente. Durante el punto álgido de la pieza, la “abstracción de la ola permite a cada individuo nacer, convirtiéndose en quienes son a través del movimiento, como si fueran traídos a superficie encarando una energía abrumadora que los empuja de regreso al origen de su corriente, cuando el único camino para encontrar estar bien es permanecer unidos”, mencionó Jalet en una conversación casual.

Damien Jalet estrena ante televidentes de Francia "Brise-Iames", debido al nuevo cierre de teatros a consecuencia de la pandemia.
Damien Jalet estrena ante televidentes de Francia "Brise-Iames", debido al nuevo cierre de teatros a consecuencia de la pandemia. ı Foto: Cortesía: Julien Benhamou

Geometría, ¿lenguaje para danza?

Existe una relación fractal contenida en el vocabulario corporal de “Brise-lames”, conjugada desde inicio con el canon, encuentra siempre un punto de vórtice. Cannon es un término usado en todo tipo de estilos en la historia de la danza, la música, hasta usado en el teatro para formas de enunciar el texto. Sin embargo la manera en que los coreógrafos presentan la moción, es bajo una compleja síntesis de cadenas musculares, que se acompaña con la dirección en la luz y nos refiere a imágenes de cuadro por segundo (fps).

Sin agitación alguna, la edición entre cámaras hecha por Vanessa Bozza nos permite entender la isóptica frontal y lateral, que junto a la preciosa selección de tomas, enfatiza cómo los bailarines se empoderan de la posibilidad axial en sus articulaciones, ellos personifican la reverberación de olas en constante crecimiento. 

Sumergirse entre compases binarios y ternarios, responde de ida y vuelta con el pulso, permite encontrar el ritmo para decodificar la unidad.

Ocurre un contraste en el canon que a veces es una pausa activa y otras veces dibuja la estela de energía pasando entre cuerpos; deja sentir que se enrollan de regreso las olas a la tierra, así, cada individuo emite un fragmento de la imagen en movimiento. Es muy suave cuando todos se unifican, sensación de corales respirando al fondo del mar; la luz contrasta con la infinidad, las combinaciones del espacio nos remiten al tiempo circular.

La evolución total del canon antes mencionado es suave como la caricia de espuma, cálidamente transmite el respeto por fluir, se balancea entre pequeñas, medianas y grandes curvas de agua; como en toda unidad matemática, a partir del todo, la combinación nos transporta, permite emerger las olas del pensamiento.

Un pulso que no se detiene, mantiene el estado anímico de la escena. De modo que cuando la acumulación dispara una sensación fuera del tiempo, los bailarines nos sumergen a sentir que descomprimen la gravedad. Que la tensión superficial los deja respirar nuevamente. Un magnetismo jala, interconecta a los cuerpos mientras la perspectiva cambia a vista cenital, los nueve bailarines que sólo antes eran minúsculas burbujas de aire dentro del mar, han flotado a superficie, para unir sus siluetas en una balsa à la dérive. Mientras la imagen se nos aleja, cachamos verla por encima de las nubes. La hipnótica oscilación que compartían, nos deja contemplar la paciencia de mantenerse juntos, hasta llegar a costa otra vez.

Amilios habita un memorable estilo de movimiento en relación a la gravedad, transmitida particularmente a los performers, resulta en una orgánica traducción que es deliciosa en cada persona. Hay que ser genial para mantener la coherencia que sostiene el trabajo de Damien, la sinergia de ambos sobresale tras cada producción hecha en conjunto, que enriquece el fantástico vocabulario que su obra devela. 

Es por eso que a plena vista de poder ver “Brise-lames” por Damien Jalet, en consultoría coreográfica de Aimilios Arapoglou, junto al artista visual JR en resonancia a la composición sonora de Koki Nakano y los bailarines de la Ópera Nacional de París, la recomendación es verlo en alta definición, junto a un sistema de audio similar en grado de amplificación.

Hasta que podamos encontrarnos nuevamente en los teatros y tengamos la oportunidad de ver presencialmente la danza, es increíble acceder a un gran trabajo gracias a la extraordinaria post producción. Por los tiempos que estamos viviendo, es un referente en cómo ver escena en una pantalla; a estrenar en canal France 5 el viernes 29 de enero a las 20:50 (CET).

AG

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