Celebra un cuarto de siglo

El Convite celebra a 25 años de jazz, arte y gastronomía

El centro cultura de la colonia portales arriba a los 25 años de su fundación; en su espacio se han presentado figuras destacadas del jazz mexicano

El Convite celebra a 25 años de jazz, arte y gastronomía
El Convite celebra a 25 años de jazz, arte y gastronomía Cortesía El Convite

Ubicado en la popular colonia Los Portales —alcaldía Benito Juárez—, el Centro Cultural El Convite, espacio de promoción gastronómica, musical y artística, este 5 de febrero arriba a los 25 años de su fundación. Espacio donde se han presentado destacados creadores artísticos (fotógrafos, cineastas, pintores...) y músicos (jazz, pop, tradicional, trova, rock, bolero, canción...) hasta convertirse en una insoslayable plaza de encuentro y de diálogo participativo con presencia comunitaria.

La crónica de El Convite “es una historia que representa a una generación completa, un grupo de personas que tuvieron que cambiar sus profesiones para dedicarse a la creación de una empresa familiar para sobrevivir la crisis económica que ahora, después de 25 años, vemos su crecimiento y los logros alcanzados en vinculación con la comunidad artística de México”, puntualiza a La Razón, Alberto Aguilar, cofundador del espacio.

Un show en El Convite
Un show en El Convite

¿Cómo comenzó esta aventura? La crisis económica de 1995 nos obligó a realizar cambios en nuestras vidas. Mis hermanos y yo queríamos dedicarnos a las actividades artísticas; pero, la situación económica nos hizo reflexionar: decidimos crear un restaurante, que primero llamamos La Tertulia, un año después cambiamos al nombre de El Convite.

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Personas en una función, antes de la pandemia.

¿La financiación de dónde llegó? Suerte: mis hermanos Edgardo y Alejandro acababan de ganar el Primer Concurso Internacional de Instalación convocado por el Museo de Arte Contemporáneo Ex Teresa. La dotación monetaria obtenida por el premio se invirtió en la apertura del local.

¿Eran ustedes cocineros? Nos gustaba cocinar desde que éramos adolescentes, mi madre tuvo una idea: para poder vernos diario a la hora de la comida, cada uno debía cocinar durante una semana. Podíamos llegar tarde en la noche o salir temprano; pero, no se podía faltar a la comida. Cocinar durante una semana se convirtió en un reto. Se establecieron lazos familiares fuertes basados en la igualdad, libertad y fraternidad, los cuales nos sirvieron para la fundación del espacio.

¿Inicio desfavorable, complicado? En realidad, sí. Entrábamos a las 7:00 de la mañana y salíamos a las 10 de la noche. Había que ir a la Central de Abastos, cocinar, lavar trastes, atender a los comensales, improvisar, tratar con la gente... Era todo nuevo, muy cansado, engorroso: nada fácil para el futuro que habíamos soñado como universitarios; pero, de alguna forma descubrimos que nos gustaba, no sólo cocinar, sino tratar a la gente, poner buena música, programar proyectos artísticos: no queríamos desligarnos de lo que hubiéramos querido ser como personas preocupada por la cultura.

Jazz sobre ruedas
Jazz sobre ruedas

¿Restaurante de barrio que se convierte en un centro cultural? Mi hermano Edgardo se abocó a la realización de una imagen del lugar. Organizamos un cine club, después una exposición fotográfica. Fuimos invitados al FotoSeptiembre, se nos ocurrió hacer funciones teatrales entre las mesas: el público lo disfrutaba por el montaje sui generis que hacíamos. Por ahí se fue introduciendo la combinación de la gastronomía con lo artístico.

¿Cambio de las profesiones de cada uno de los fundadores? Yo pasé de diseñador a cocinero; Edgardo de Artista Plástico a somelier y curador musical. Traíamos ideas locas y por más complicadas e imposibles las hacíamos, así comenzamos con los conciertos de jazz nacional y su difusión por cualquier medio. El jazz: maridaje perfecto para nuestro espacio.

¿El Convite como uno de las plazas más activa en la difusión del jazz nacional? Entendimos que era necesaria la difusión del jazz. Incluso nos convertimos en patrocinadores: realizamos en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris nuestro Primer Festival de Jazz (Jazzbook). Continuamos con presentaciones de instrumentistas de jazz en el Palacio del Exarzobispado, Cineteca Nacional y el Ángela Peralta.

¿Jazzistas que se han presentados en El Convite durante estos 25 años? La lista es larga. Hemos invitados a grupos, a solistas nacionales e internacionales. Menciono a algunos: Hector Infanzón, Iraida Noriega, Agustín Bernal, Hernán Hecht, Gabriel Puentes, Osmany Paredes, Alain Pérez, Gilad Helkesman, Mike Stern, Eli Dejibri, Lincoln Goines, Steve Rothery, Pete Trawavas, Aaron Cruz, Jaime López, Gerardo Enciso, Alex Otaola, Mon Laferte, Santiago Feliú, Los adorados...

¿Jazz, teatro, cine y gastronomía? Así es. Nunca hemos perdido la esencia de ser un restaurante con platillos muy singulares confeccionados con recetas únicas, las cuales difícilmente se encuentran fuera de El Convite: tradición familiar y creatividad en platillos icónicos como el Risotto de Huitlacoche o el Confit de Pato con salsa de chocolate y oporto.

Un show en El Conite
Un show en El Conite

¿Cómo es la relación de El Convite con los vecinos de la colonia? Cordial. Los vecinos del barrio son nuestros clientes. Hemos procurado establecer un diálogo con ellos en la búsqueda de su integración a las actividades artisticas que realizamos.

¿Cómo han sobrellevado estos meses de confinamiento? Hemos sorteado la crisis a partir del cierre parcial de las actividades. No paramos en la realización de proyectos: organizamos en junio del 2020 el coloquio "De mole, de dulce y de manteca. Reflexiones para la realidad después del COVID19". Conversaciones sobre el arte y la nueva realidad COVID-19; en agosto/septiembre 2020: "Jazz sobre ruedas" (músicos sobre una camioneta recorrían el barrio ejecutando piezas de jazz); y en noviembre/ diciembre 2020: "Acústico de cuarentena" a raíz de las restricciones por la pandemia del COVID-19, en la que se ha prohibido la música en vivo en espacios pequeños, por los decibeles y la aglomeración de personas. Pensamos en cómo seguir apoyando a la comunidad de músicos en El Convite ya que la presencia de cualquier disciplina artística es indispensable para la vida, para crear un mejor entorno y una mejor comunidad.

¿El Convite está listo para enfrentar los retos de la pandemia en este 2021? Han sido 25 años llenos de aventuras y muy satisfactorios. Ahora en medio de la pandemia sabemos que continuaremos a pesar de las dificultades: tenemos un equipo de trabajo a prueba de fuego y agradecemos contar con una clientela fiel. Uno nunca sabe, pero ojalá así continuemos; mientras, brindemos por toda la gente que ha pasado por aquí, por los grandes amigos músicos que hemos hecho y por la posibilidad de tener un estilo de vida que amamos en la vinculación de lo gastronómico con lo artístico.

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