Doce organismos de la industria editorial mexicana enviaron este miércoles una carta abierta al Presidente Andrés Manuel López Obrador en la que le exigieron que ratifique a las librerías del país como estos establecimientos de primera necesidad, para que así reabran y sobrevivan los estragos económicos causados por la pandemia de COVID-19.
En el documento, los organismos señalaron que la crisis sanitaria del coronavirus ha reforzado el papel de la lectura en la sociedad, lo por cual es necesario mantener a la industria a flote para así “satisfacer las necesidades de lectura del país”.
“Este es un enorme desafío, pero es necesario que, con todas las precauciones sanitarias, sigan funcionando cada uno de los eslabones de la cadena del libro en México”, añadieron.
Por ello urgieron a AMLO que ratifique lo reconocido desde el 3 de agosto de 2020 en el Diario Oficial de la Federación: que las librerías son esenciales.
“Solicitamos que las actividades que realizamos quienes pertenecemos a los distintos eslabones de la cadena del libro sean ratificadas como tales de manera permanente por todos los niveles de Gobierno”, abundaron.
“Las librerías, la parte más visible de esta cadena, son esenciales y deben permanecer siempre abiertas. Que puedan operar y sobrevivir todas es de vital importancia para la sociedad en su conjunto”, finalizaron.
Entre los firmantes están la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem), la Asociación de Librerías de México, la Asociación Nacional del Libro, la Red de Librerías Independientes y el Club de Editores.
Industria en extinción
Durante la edición pasada del Fil de Guadalajara, la Caniem señaló que cerraría 2020 con un desplome del 29 por ciento en cuanto a las ventas de libros con respecto a 2019, lo cual se traduce a tres mil 162 millones de ejemplares que no se comercializaron.
Asimismo, dio a conocer que del 1 de enero al 27 de noviembre el sector dejó de facturar dos mil 329 millones de pesos netos, para reportar únicamente de ocho mil 797 mdp, cantidad que representa una reducción de 22 por ciento con respecto a 2019.
La cámara calculó que la industria tardará hasta 10 años en recuperarse, lo cual ocurriría si se registra un crecimiento anual del 2.6 por ciento.