El Papalote Museo del Niño es uno de los recintos de la Ciudad de México que esta semana está sin reanudar actividades ya que requiere de 50 millones de pesos, que de no reunir el próximo 30 de abril, estaría en riesgo de cerrar de manera definitiva.
“Si para ese momento no hemos alcanzado la meta tendríamos que cerrar las puertas del museo. Si bien hemos avanzado en la campaña, no puede operar, abrir un recinto y en especial uno como éste implica gastos muy fuertes”, aseguró a La Razón Dolores Beistegui, directora del inmueble ubicado en la Ciudad de México.
A un año de la pandemia de Covid-19, que provocó el cierre de espacios culturales y la paralización de actividades presenciales, el Papalote ha perdido cerca de 130 millones de pesos, sólo considerando las entradas por taquilla y eventos. Mantenerlo abierto implica gastos mensuales de cinco millones de pesos.
“La pérdida es gigantesca, Papalote normalmente todos los años generaba nada más de autogenerados 150 millones de pesos, este año fueron 27 millones de pesos (en los primeros meses de 2020 que estuvo abierto el recinto)”, explicó.
Para Beistegui, la situación que pone al Papalote en peligro de extinción es atípica en sus 27 años de existencia, porque siempre ha sido autosustentable y jamás había requerido de campañas como la que ahora impulsa para sobrevivir. Han recaudado 27 millones de pesos.
“Seguimos trabajando para volver algún día, nuestro mayor deseo es regresar más fuertes. Si nos ponemos optimistas, no creo que podamos abrir hasta octubre, que es cuando pensamos que podríamos tener un mayor control de la crisis sanitaria, pero eso no depende de nadie”, dijo.
La crisis que enfrenta el Papalote ha provocado que desde el 1 de mayo del año pasado, los trabajadores ganen la mitad de su sueldo. Actualmente son 108 empleados y 40 tuvieron que ser despedidos.
Tratamos de hacer un frente con otros museos, con poco éxito, sería distinto si los gobiernos nos abrazaranDolores Beistegui<br>Directora del Papalote Museo del Niño
La situación de los museos del país es crítica, por lo que Beistegui lamentó que a un año de la pandemia ni el Gobierno federal ni de la CDMX haya una estrategia para su rescate.
“Lamentamos que no haya un diálogo, lo pedimos el año pasado, cuando veíamos que esto iba para más tiempo del que habíamos pensado; reconocen que hay un problema, pero no hay nada que nos permita decir hay una política de rescate”, dijo.
De las reuniones que han sostenido con representantes de la Secretaría de Cultura federal, Beistegui aseguró que tampoco hay respuesta: “Dicen que se preocupan mucho, que sería una gran pérdida para los museos (el cierre del Papalote), para la Ciudad de México, para la infancia, pero no proponen nada, no actúan”, criticó.
La directora indicó que entre las propuestas que han presentado están desde compras consolidadas de materiales de seguridad sanitaria, programas de reactivación con exposiciones, participar en Aprende en Casa y abrazar campañas de difusión.