El emblemático Museo Frida Kahlo reabrió este sábado con 80 por ciento de su aforo diario cubierto por visitantes de todas las latitudes del mundo: desde Ucrania hasta Brasil, pasando por San Diego; quienes bajo estrictas medidas sanitarias disfrutaron del legado material y antigua vivienda de la artista surrealista.
Por primera vez en casi tres meses se formaron las largas filas (pero con sana distancia) para ingresar a la que fuera la residencia de Frida Kahlo y Diego Rivera en Coyoacán; y pese a que no abarcaban manzanas completas como en la vieja normalidad, si llegaron a la esquina del inmueble, aunque los horarios de visita se agendan con antelación.
“Hemos tenido muy buena respuesta del público, para este sábado ya están vendidos la mayoría de los boletos, sólo quedaba el 20 por ciento de las entradas, las cuales esperamos que se vendan durante el día. Diariamente tenemos permitido recibir cerca de 400 personas, cada media hora están entrando 29”, detalló a La Razón Perla Labarthe, coordinadora general de la también llamada Casa Azul.
Los casi tres meses que estuvo cerrado el espacio, detalló la también investigadora, significaron la pérdida del 18 por ciento de los ingresos que el museo generaría este año, pues hizo hincapié en que todo el capital que percibe la Casa Azul es autogenerado.
“Fue muy duro el cierre para nosotros, porque nos debemos a nuestros visitantes. El Frida es un espacio que se sostiene de recursos que él mismo genera y el cierre en una época de gran afluencia como la de fin de año pues fue complicada. Estuvimos más de dos meses y medio sin recibir público, por lo que ese dinero, pensamos, es el 18 por ciento de este año”, explicó Labarthe.
Por este motivo, la coordinadora del museo recalcó que la Casa Azul, aunque esperaba más apoyo por parta de las autoridades culturales, se debe totalmente a su comunidad y que buscará crear proyectos con la iniciativa privada, “hacer aliados estratégicos para que podamos seguir promoviendo el legado de Frida y Diego”.
frida kahlo, amanda en todo el mundo
Yana, una turista ucraniana, se considera la persona más afortunada del mundo pues no creyó que tuviera la oportunidad de visitar el Museo Frida Kahlo durante su estancia en México; sin embargo, un simple viaje en taxi le cambió la suerte y le permitió cumplir un sueño.
“Un taxista me dijo que el museo iba a funcionar este sábado y eso era algo que no me podía perder”, dijo emocionada; “Amo a Frida Kahlo, su casa me gustó mucho, es un lugar muy impresionante… están sus cuadros, todas sus cosas son bellísimas. Poder ver su espacio de trabajo y sus materiales es una experiencia inolvidable… no lo acabo de creer”, remarcó.
Gabriel y Flavia, una joven pareja proveniente de Brasil, se dijeron sorprendidos por las medidas sanitarias que se implementaron en la Casa Azul, y reconocieron que viajaron a México sin temor alguno pues “Brasil está mucho peor”.
“Allá no existen los tapetes sanitizantes, ver que acá hay en la entrada de todos los lugares te impacta, te hace ver que los mexicanos están tomando más en serio la pandemia... te hace sentir seguro”, externó Gabriel.
Por su parte, Flavia deseaba acudir al museo pues, además de que considera a Kahlo un símbolo para las mujeres del mundo, es fan de su obra: “ella es muy original, su trabajo es muy diferente a todo lo demás, con mucho drama y profundidad”, explicó.
“Durante el confinamiento muchos nos quedamos en casa y nos volcamos hacia las artes para sobrellevar la pandemia, y ahora que es un poco más seguro el mundo para que los museos reabran es necesario hacer presencia, pues eso nos recuerda que las cosas siguen aquí”, añadió.
Vero y Sandy volaron desde San Diego a la CDMX para recorrerla y visitar el Museo Frida Kahlo era uno de sus planes más importantes. Acudieron al inmueble el jueves pasado, pero se llevaron la desagradable sorpresa de que no estaba operando; estaba por regresar a California repletas de tristeza, pero “el señor que nos dio el tour nos dijo que sí iba a estar abierto el sábado”, dijo Vero.
“Y obviamente no nos queríamos quedar sólo con la foto desde afuerita, Frida es un ícono para todos los mexicanos, estemos donde estemos”, agregó Sandy, quien quedó encantada con la sensación de paz que emana el espacio: “está bien hermoso, me gusta que esté todo como lo dejaron: con ese ambiente de bosque colorido que denotaba su originalidad de ella”, finalizó.